La literatura y la deconstrucción de lo romántico

El otro día conversaba con un amigo sobre mi decisión de escoger la narrativa frente a un libro de autoayuda. Con ello, me llegó la idea de reflexionar sobre las huellas que ha dejado en mí la literatura en diferentes ámbitos, pero, sobre todo, en el campo emocional.

Con el paso de los años mi idea sobre la solemnidad del amor ha mutado irreversiblemente, por supuesto, no puedo darle todo el crédito a la literatura, también han sido distintas situaciones en mi vida que han influido en las decisiones que he ido y voy tomando.

Sin embargo, y sin más preámbulos, esta vez quiero hablar de quienes, en su razón de ser a partir de la escritura, han desestructurado el concepto de amor romántico, permitiéndonos entender que más allá de esa definición existe un plano real que todavía a muchos les cuesta comprender. Quizá, porque nos han acostumbrado a formar una idea ingenua e ilusoria alrededor del amor visto como un sentimiento, y no así como una decisión.

La portada de Cerca del corazón salvaje

Entre quienes han compartido sus reflexiones desde el vasto campo literario, podría nombrar a varias escritoras, pero me centraré en dos: Clarice Lispector, con su novela “Cerca del corazón salvaje” y Taylor Jenkins con su libro “Los siete maridos de Evelyn Hugo”. Una muy diferente a la otra, tanto en argumento como en técnica literaria, e incluso, me animaría a decir que en pensamiento, y sin embargo, ambas cruzan el umbral desde donde el significado de lo romántico cobra fuerza, no para ser venerado, sino, para convertirse en el punto inicial de una crítica que desestructura los cánones sociales.

En “Cerca del corazón salvaje” de Clarice Lispector, se intenta construir la biografía de Joana desde la infancia hasta la madurez a partir de una búsqueda de la verdad interior, en la que se revela la complejidad de las relaciones humanas, así como se pone de manifiesto la prisión en la que se convierte un amor romantizado. La protagonista, a pesar de tener un esposo que la idolatra y la acompaña, comprende que vive una soledad, que en vez de parecer triste es una soledad llena, necesaria para recargarse a sí misma y que le permite pensar y crear un lenguaje dentro de su propio espacio, en el que existe una comunión epifánica con algo más profundo.

La obra de Lispector, no hace más que revelar un silencio, en el que habitan pensamientos y emociones de una mujer que oscila entre los 23 y 24 años, y cuyo entorno vivencial está marcado por un conflicto existencial en el que no siempre se encuentran respuestas. Así es como el hilo argumental sitúa a la razón, las emociones, la moral y las decisiones en un espacio de constante pelea.  

La portada de Los siete maridos de Evelyn Hugo

En el caso de “Los siete maridos de Evelyn Hugo” de Taylor Jenkins, se revelan los escándalos amorosos del ícono de Hollywood: Evelyn Hugo, quien después de siete matrimonios, cada uno entendido y vivido de diferente manera, construye un concepto alrededor de la desmitificación del amor romántico, aun cuando en ciertos pasajes su personaje resulta querido, y en otros, odiado. Toda la idea de cómo una mujer debe amar en base a los códigos establecidos y la manera en la que podría hacerlo fuera de ellos, es atravesada por temas como el machismo y la homofobia.

La historia que Jenkins retrata, implica cuestionarse sobre la relación que se tiene con la otra persona como simple mecánica o como un reflejo del verdadero ser, poniendo de manifiesto que el mundo no nos da cosas, sino que, nosotros mismos debemos estar dispuestos a tomarlas. Así es como se alberga una idea más real, y tal vez un tanto individualista, al momento en el que se toma una decisión respecto a una emoción.

Ambas historias confrontan al amor romántico, condenándolo a un significado que yace en las esferas de una sociedad victimizada por un sistema tradicionalista y conservador. Quizá, por su curioso efecto al cuestionar lo que ya se sabe y plantear nuevos espacios de interpretación, es que, para mí, estas novelas construyen una mayor representación de vida y de enseñanza, a diferencia de otro tipo de libros. Pero, sobre todo, hablar sin incomodidad sobre lo que sostiene la decisión de amar de una forma real y racional, me genera un mayor sosiego en relación a cómo soy yo con la otra persona y de qué manera se afianza mi comunicación con el mundo.   

* La Nube, como medio de comunicación, no asume responsabilidad por los puntos de vista expresados en estas columnas. La diversidad de opiniones es fundamental en el ejercicio del libre pensamiento y la democracia, y cada autor es responsable de sus propias palabras.

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