Google sabe más de mí que mi madre y esposa juntas

Google sabe más de mí que mi madre y esposa juntas

¿Alguna vez tuviste un diario?

Yo sí. Fue cuando tenía nueve años. No recuerdo si lo compré, si me lo obsequiaron o si lo “pedí prestado” a mi hermana, pero tuve uno en mis manos. Sus hojas eran perfumadas y tenía una cerradura con un pequeño candado, la presentación ideal para escribir confesiones o sentimientos a corazón abierto, sin temor a que alguien lo leyera por su aparente seguridad. Episodios de mi infancia que ya no recuerdo los tengo ahí anotados.

Hoy, a mis 32 años, quizá algo que se asemeja a ese vetusto cuadernillo es mi celular, no porque lo utilice como diario, sino porque mucha de mi actividad e información cotidiana, ya sea personal o profesional, pasa por sus aplicaciones y funcionalidades. Chats, fotografías, videos, sitios de navegación, correos, juegos, pasatiempos, calendarios… en fin, mi vida en Internet pasa por ese pequeño dispositivo de comunicación. No habría mucho problema si fuera así de simple, pero la realidad es que un invitado (o más bien intruso) está al tanto de todo: Google.

Google es omnipresente si tu cuenta está asociada a más de un dispositivo. En mi caso, mi cuenta está abierta en mi celular, laptop, tablet y la computadora de mi oficina. Los tres primeros por lo general están en mi casa o en mi bolsillo. ¡Fiesta ideal para Google! Desde que me levanto de la cama hasta que vuelvo a acostarme, Google me acompaña todos los días y noches, 24/7 por mi hogar, por la calle, por mi oficina y por todos los lugares donde lleve uno de estos dispositivos. Ni siquiera hace falta que esté conectado a Internet.

Aquí empieza lo escalofriante. Tardé prácticamente 10 años (desde el 24 de noviembre de 2010, fecha en que abrí la cuenta de Gmail que uso hasta hoy en día) en tomarme en serio cómo Google recopila y usa mis datos, y entonces decidí indagar personalmente qué datos le iba regalando al gigante de Internet. Escudriñar entre toda mi actividad almacenada en los servidores de esta compañía me demoró un día y medio, y los resultados que encontré me generaron un sudor frío.

Si bien Google es más conocido como un buscador, no está mal señalarlo como una gran compañía de publicidad. Su modelo de negocios consiste en tener la información más actualizada de sus usuarios. De mí, de ti, de todos. ¿La finalidad? Ofrecerte como mercancía publicitaria, para que veas en tu pantalla publicidad programada y personalizada a tu medida, de acuerdo con tu información y actividad.

Para lograr su cometido, Google elabora un perfil tuyo que lo puedes revisar en la configuración de anuncios. Al revisar el mío, me quedó claro que Google sabe que soy un hombre de entre 25 a 54 años de edad, cuyos gustos son: aplicaciones web, de Android o herramientas en línea; que le interesa la comida y las recetas; el ajedrez, los juegos de estrategia, el arte fotográfico y digital; los bares, clubes y la vida nocturna; la comedias de televisión; la comida rápida; la computación; los videojuegos; los deportes y cursos en línea… en fin, el listado de mi perfil de usuario está catalogado en poco más de 160 categorías.

Así soy ante los ojos publicitarios de Google
Así soy ante los ojos de Google

Se los aseguro, ni mi madre ni mi esposa son capaces de describirme en tantas categorías y gustos que Google rescató de mi actividad en Internet. Si bien algunas de esas más de 160 descripciones pueden no ser correctas, gran parte sí lo son.

Pero al seguir indagando en la telaraña de Google, me encuentro también con los datos que vas dejando con tu celular si tienes activado el historial de ubicaciones de Google Maps. Asusta saber cómo “Rutas de Google Maps” llega a registrar por día y hora todo lo que hiciste, por ejemplo, en todo un año o en todo el tiempo en que esta opción estuvo activada en tu celular. La precisión con la que te muestra estos datos es por demás sorprendente.

Mi historial con Rutas de Google Maps comienza el 24 de julio de 2013, fecha en que Google fue registrando (vigilando creo yo) mi actividad. Por ejemplo, me explica con lujo de detalles qué es lo que hice cualquier día que yo elija desde esa fecha hasta hoy. Yo elegí el domingo 21 de febrero de 2016 –por demás está decir que se trata del famoso 21F aquí en Bolivia-, día del referendo para decidir sobre la reelección indefinida del entonces presidente Evo Morales. Esa fecha yo trabajaba en la Agencia de Noticias Fides. Google me recuerda que ese día llegué a mi oficina a las 18:03 en mi vehículo para cumplir con mi jornada laboral, la cual terminó a las 23:02, hora en que volví también en coche a mi casa después de reportar cómo el pueblo le dijo No a la aspiración prorroguista de Morales.

Image for post
Mi ruta el 21F según Rutas de Google

Pero el nivel de detalle es aún más abrumador que eso. El 15 de octubre de 2018 estuve en Moscú, Rusia. Al estar en otro país, mi conexión a Internet estaba limitada al hotel o algún comercio o plaza con WiFi gratuito, pero eso no fue impedimento para que Google siguiera registrando mi actividad aun cuando yo no estaba conectado. Esto es lo que me recuerda Google de ese día: A las 9:09 me retiré en vehículo del hotel Bega Moscow con dirección a la agencia de noticias Russia Segodnya. Allí me quedé hasta las 13:26, para después caminar a un restaurante llamado Terrin, a donde llegué a las 14:30. Después volví a Russia Segodnya. Me quedé allí de 15:24 a 17:53. Volví al Terrin a cenar y de ahí a hacer turismo por la Plaza Roja e inmediaciones.

Image for post
El seguimiento de Google a mi actividad en Rusia el 15 de octubre de 2018.

Si no fueran por los detalles con los que Google me recuerda ese día, mi mente sólo alcanzaría a rememorar, sin precisión de día ni hora, que llegué a probar una sopa de aceituna en ese restaurante y en la noche fui a conocer la vida nocturna de Moscú con la delegación de periodistas que fuimos a esa ciudad.

Sí, me quedé atónito al saber de la existencia de este detallado registro.

Otra herramienta de Google que ayuda a saber qué datos guarda esta compañía sobre ti es Takeout. Este servicio busca liberar tus datos de los registros de Google, aunque te aconsejo que le dediques una tarde o noche a explorarlo, porque te imaginarás que descargar todo tu historial de datos de Google no es nada liviano. Son gigabytes y gigabytes de información de los diferentes servicios de la compañía en los que estás presente.

Los datos que fui descubriendo que Google guarda sobre mí, van desde los comentarios y calificaciones que le di a una cierta App del PlayStore, hasta las veces en que usé mi tarjeta bancaria (con todos los datos que ello concierne) para hacer compras por Internet en alguna plataforma. Parece una nimiedad, pero incluso Google tiene el registro de tus búsquedas. Como cualquier padre, un día hice la búsqueda de una película infantil: Frozen II. Google lo tenía guardado. La búsqueda la había hecho el 10 de febrero de 2020 a las 14:53. “Excelente servicio, 5 estrellas”, pensé en tono sarcástico cuando vi ese dato.

Image for post
Algunos datos sobre mis búsquedas en Google Movies

Son miles de datos que encuentras en Takeout. Para resumir, di con el registro de una de las primeras aplicaciones que instalé a un celular con mi cuenta de Google: “Origami Free”, la había descargado el 28 de marzo de 2012. Y así, me topé con todo un historial de apps instaladas en todos los celulares que tuve desde esa fecha en adelante. “Tiene lo necesario para pasar el tiempo de manera entretenida”, fue el comentario que había escrito un 29 de octubre de 2016 sobre la App “Score: Hero”, que me había descargado ese tiempo para jugarlo.

Image for post
En amarillo el dato exacto de cuándo descargué Origami Free
Image for post
El comentario que dejé en la app Score Hero.

Los datos llegan a mostrarte incluso el modelo de celular, la marca, la compañía telefónica y el día en que activaste el celular para comenzar a usarlo.

Si quieres indagar cómo va recopilando esta compañía tus datos, también puedes darte una vuelta por “Tu Actividad” en Google y verás cómo la compañía va registrando todo lo que haces en Internet, desde una computadora o un celular, u otro dispositivo. Sabe con especificidad cuántas horas estás conectado, a qué aplicaciones ingresas, cuánto tiempo de quedas en éstas y desde qué dispositivo lo haces. Todo en tiempo real. ¿Tenías dudas sobre si tu celular te vigilaba? Ahora puedes decir que sí lo hace, a través de Google.

En esta última página puedes restringir el acceso que Google tiene para seguirte, además de borrar las huellas que dejas mientras navegas en Internet o al utilizar tus dispositivos. Después de la intensa experiencia que fue descubrir el seguimiento que me hizo esta empresa, desactivé algunos de sus permisos que le permitían hacer esta minuciosa vigilancia. Siva Vaidhyanathan, un analista estadounidense de medios y que elaboró una tesis sobre “la googlización de todo”, alerta dos grandes consecuencias en el modelo de negocio de Google, la primera que haya convertido a las personas en productos y la segunda que haya instaurado un nuevo “orden mundial” en el que una plataforma es capaz de predecir lo que necesitamos o buscamos para la vida real.

Por cierto, 23 años después, todavía conservo el diario de hojas perfumadas con cerradura y candadito que tuve en mi infancia. Para escribir este artículo lo saqué de su innecesario escondite. Pasé mi nariz por sus hojas y me sorprendí al sentir el perfume que todavía sigue impregnado. Además de nostalgia, aún me reconforta saber que al menos hay formatos que resguardan los secretos o experiencias que uno tuvo en alguna época de su vida. Al menos esos secretos sólo estarán presentes en mi memoria y en esas páginas, y posiblemente también en la memoria de mi esposa al enterarse de este artículo.

Apoya al periodismo independiente

El periodismo independiente en Bolivia es hoy más necesario que nunca. La Nube reporta las principales noticias ambientales e investiga casos de abuso de poder, corrupción y otras malas prácticas que deben ser expuestas. Por seguir haciendo este trabajo y no detenernos pedimos tu apoyo. Puedes hacerlo aquí

Si te gustó este contenido compártelo en:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *