El salto al vacío con un socio ruso
El proyecto de extracción directa de litio que actualmente está en el debate de la Asamblea Legislativa Plurinacional parece una apuesta ambiciosa; pero ¿es realmente viable o se está vendiendo un sueño caro?
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El proyecto de extracción directa de litio que actualmente está en el debate de la Asamblea Legislativa Plurinacional parece una apuesta ambiciosa; pero ¿es realmente viable o se está vendiendo un sueño caro?
La minería ha sido clave en la economía boliviana desde tiempos coloniales. En los años 80, su aporte al PIB era del 8%, pero cayó al 4% tras la crisis del estaño en 1985. Luego repuntó al 6% gracias a la explotación de polimetálicos, pero entre 1995 y 2005 volvió a bajar al 4%. En la última década, su aporte ha sido del 5.8% en promedio. Este sector atraviesa ciclos de precios altos y bajos, influenciados por factores como la demanda y los precios internacionales.
El territorio no es solo espacio; es un campo de decisiones políticas y económicas que influyen directamente en nuestra vida y en el futuro que queremos construir. En esta columna, exploramos cómo las estructuras de poder moldean nuestro país y planteamos una pregunta fundamental: ¿cómo lograr que nuestros territorios y ciudades funcionen para todos?
Es urgente que cambiemos nuestro modelo de desarrollo, ya que el actual solo nos está sumiendo en una destrucción medioambiental irreversible. Por políticas erróneas o la falta de ellas, estamos afectando una de las actividades que indudablemente podría ayudarnos a salir de la situación en la que nos encontramos y volver a ser un departamento atractivo.
El impacto ya no se limita a la tierra quemada y el aire contaminado. Las consecuencias se extienden hacia una crisis de desplazamiento animal. En una búsqueda desesperada de refugio, numerosas especies silvestres han llegado a las ciudades y otros centros urbanos, llamando la atención de los residentes, que ya suelen ignorar las especies que les rodean a diario, debo agregar.
El artículo 34 de la Constitución Política del Estado – CPE otorga a los ciudadanos bolivianos, una considerable potestad: la capacidad de defender legalmente nuestro a medio ambiente, a nuestros hermanos animales, a nuestros bosques y ríos, a nuestra “Madre Tierra”.
En nuestro intento constante de reafirmar nuestra superioridad por sobre otras especies, nos sentimos dueños no solo de sus hogares sino también de sus vidas, arrasando con todo aquello que nos permita alcanzar la idea de “desarrollo” por la que hemos guiado nuestros pasos y decisiones.
Ante este escenario desolador, distintas iniciativas personales e institucionales buscan contribuir a la restauración ecológica de las áreas afectadas post incendio. Pero poco se sabe sobre la factibilidad de estos esfuerzos.
Todos los años, entre Julio y Octubre, los bolivianos recibimos y sufrimos noticias sobre incendios en la Amazonía, la Chiquitanía y el Pantanal. Estos incendios están mayormente en los departamentos de Santa Cruz y Beni, pero también están en La Paz, Pando, Tarija y Cochabamba. Sin embargo, el humo se siente en todo el país.
Hay en este momento una catástrofe en plena ocurrencia: el fuego devora millones de hectáreas en la Amazonía en una magnitud que es, muy literalmente, imposible pasar por alto, pues sus efectos se ven con los propios ojos y se sienten en los propios pulmones.