Impacto de las petroleras en Tariquía: lodazales, falta de agua y suelo árido

Impacto de las petroleras en Tariquía: lodazales, falta de agua y suelo árido

¿Alguna vez respiraron aire puro? De ese que ya no se siente en las ciudades, de ese que sólo lo dan las áreas naturales… Una de ellas es la Reserva Natural de Flora y Fauna Tariquía, un parque nacional que tiene una extensión de 246.870 hectáreas. En el sur de Bolivia se conoce a sus bosques como “los pulmones de Tarija”, pues sus inmensos árboles oxigenan a todo el departamento. Allí se produce la mejor miel del país; alberga 609 especies de flora y otras 867 de fauna, de las cuales algunas son únicas y están en peligro de extinción. Pero, como en toda reserva, el Gobierno puso los ojos en ella y hoy, como en 2015, las empresas petroleras ya realizan trabajos exploratorios con el fin de encontrar gas y petróleo.

“Día a día suenan las motosierras, cortan los árboles sin que nadie les diga nada”, cuentan los comunarios tariquieños, quienes lamentan la destrucción paulatina de esta fuente de vida.

Pasaron siete años desde la vez que pisé por primera vez ese lugar al que describí en ese entonces como “un pequeño paraíso en el mundo”. En realidad, no es como lo cuentan, es aún mucho mejor. Se siente la diferencia del aire que se respira, los ríos son tan cristalinos que es posible ver las rocas del fondo y el eco de la naturaleza recuerda que hay cosas más importantes que el dinero: la salud y la vida, y no sólo la de los humanos, sino de los animales y las plantas.

En aquella oportunidad buscaba conocer la verdadera postura de los comunarios, si realmente estaban de acuerdo con el ingreso de las empresas petroleras a la reserva. Y constaté que, así como ocurre en la actualidad, muchos fueron comprados con falsas promesas de progreso. Pero otros, como Francisco Romero, Paola Gareca, Janeth Alfaro y algunos más, continúan la lucha a pesar de que ahora incluso recibieron las espaldas de las entidades que antes se oponían a la exploración y explotación en Tariquía, como la Gobernación, la Alcaldía y los cívicos.

“Las autoridades del departamento, todas calladas. Nosotros, como vivientes de la comunidad de Tariquía, nos hacemos trapo defendiendo la reserva. Pero aquí (en Tarija) feliz, en la ciudad, el gobernador no dice nada, el Comité Cívico también se calló. Hay plataformas, muchos activistas, ahora es el momento que (las petroleras) están empezando la perforación y nadie dice nada. Esta afectación no sólo va a ser para nosotros que vivimos en Tariquía”, expresó el 3 de abril en la plaza principal de Tarija la ejecutiva de la Sub Central de Tariquía, Paola Gareca.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) inició los trabajos de exploración en los pozos Astilleros X1 para luego seguir con Astilleros X2, así lo confirmaron mediante una nota de prensa publicada el sábado 1 de abril de 2023.

Astilleros tiene una extensión de 21.093 hectáreas y está ubicado en las provincias Arce y Gran Chaco, allí trabajará YPFB Chaco y su subsidiaria YPFB Corporación y utilizarán 67 millones de dólares para la exploración y explotación en los próximos siete años, a través de tres fases.

«Con una inversión aproximada de USD 67 millones, YPFB Chaco S.A., subsidiaria de YPFB Corporación, inició la perforación exploratoria del Pozo Astillero X1 (AST-X1), para evaluar el potencial hidrocarburífero de las Formaciones Huamampampa, Icla y Santa Rosa en la Estructura Astillero-Domo Tarija», informó el presidente de la estatal petrolera, Armin Dorgathen Tapia.

En el período inicial de exploración, se tiene previsto que el pozo AST-X1 alcance la profundidad de 6.200 metros en un plazo de 374 días. De salir positivo el proyecto AST-X1, confirmaría la presencia de hidrocarburos en la estructura Astillero-Domo Tarija para una posterior delimitación de la extensión de estructura, con la perforación de pozos delimitadores y un posterior desarrollo, agrega.

Cuando se buscaba abrir caminos desde la comunidad de El Cajón hasta Churumas, y obviamente los comunarios defensores se oponían, ocurrió un incendio a finales de noviembre de 2022 que consumió siete mil hectáreas. Casualmente, fue en el lugar que debía abrirse vías de acceso para la maquinaria pesada.

«Los incendios justamente han sido en el camino a Churumas (…). Ya no han tenido que cortar con machete, abrir camino, con el incendio todo se ha hecho más fácil para ellos. Por eso, nosotros toda la vida hemos dicho que estos incendios no han sido naturales como ha dicho el Gobierno; seguramente han sido provocados por alguien”, cuenta el vicepresidente del Comité de Gestión de Tariquía, Francisco Romero, quien es defensor de la reserva desde el 2016. Su lucha no ha claudicado, aunque su voz se siente más apagada que en anteriores oportunidades, quizá porque a muchos, incluidas instituciones y activistas, les llegó la resignación y dejaron de lado este tema.

“Nosotros hemos dicho vamos a luchar hasta las últimas consecuencias (…) ya hemos presentado anteriormente un recurso en la gestión de la señora Jeanine Añez y hasta el momento no sale un veredicto del Tribunal Constitucional. Para las comunidades no hay justicia”, recuerda.

El precio de explorar y explotar

En varios lugares se exploró sin llegar a explotar porque no existía nada de lo que buscaban. No obstante, ahora esas zonas quedaron como pasivos ambientales, refiere la comunaria Janeth Alfaro: «Ahora dicen que van a perforar seis pozos más, todavía falta más destrucción porque dice que van a hacer como cinco helipuertos, fosas de quema y la mitigación de daños es en la medida de lo posible, no hay santuarios ni albergues para animales».

«Hay un pasivo ambiental al que recién le han puesto una malla para que no se acerquen los animales silvestres, porque ellos son los que pagan las consecuencias. Se acercan, se caen y pierden la vida. Esa tierra es árida, queda negra como pantano, los ríos desaparecen, el río que había ahí se ha vuelto un pantano negro que no tiene vida. La preocupación mayor es el acuífero que está bajo la reserva, eso se va a contaminar», informa la comunaria Janeth Alfaro.

«Es clarito que con las planchadas y con todos esos trabajos que han hecho se ha sentido bastante una sequía tremenda, por eso que tenemos que defender nuestra reserva, porque ya estamos viendo las consecuencias», dice, por su parte, la comunaria Paola Gareca.

Las carreteras abiertas por las empresas petroleras. Foto: Comunaria de El Cajón, Janeth Alfaro

«Como impacto (medioambiental), por ejemplo, por mi comunidad pasó la sísmica y pasó derrumbes, pero nos preocupa la disminución del agua, claro que están echando la culpa al cambio climático, pero entendemos que la escasez de agua es culpa de lo que están haciendo las empresas», explica el vicepresidente del Comité de Gestión de Tariquía, Francisco
Romero.

Al respecto, el presidente de YPFB expresó el 1 de abril que las actividades del proyecto que forma parte del Plan de Reactivación del Upstream (PRU) encarada por la estatal petrolera, se ejecutaron en apego estricto a la normativa ambiental vigente en coordinación con las autoridades locales, la Dirección de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía y autoridades ambientales competentes.

«Las políticas socio ambientales que encara la estatal petrolera contribuyen al desarrollo de las comunidades que forman parte del área de influencia de las operaciones de los proyectos del Área Astillero», sostuvo.

Por su parte, la Gobernación de Tarija a través de la Secretaría de Desarrollo Productivo, Recursos Naturales y Medio Ambiente, expresó que YPFB cuenta con una licencia ambiental.

«Yacimientos a través del Ministerio de Hidrocarburos, tienen dentro de sus planes estratégicos la exploración y explotación de los recursos naturales y el medio ambiente. Ellos, como política estratégica, definen y actúan sobre las posibles reservas para poder explorar y explotar los hidrocarburos, en este entendido, ellos tienen una licencia ambiental que tiene categoría 1 y que la emite el Ministerio de Medio Ambiente y Agua», señala el secretario de esta cartera departamental, Efraín Rivera.

Agrega que, como Gobernación de Tarija, hacen el seguimiento con el Sernap para que se vaya cumpliendo el Programa de Prevención, Mitigación, Plan de Aplicación y Seguimiento Ambiental.

Consultado sobre el por qué la Gobernación cambió su postura de una negativa al ingreso de las petroleras a la Reserva a una aceptación del mismo, Rivera responde que existe una dicotomía en la apreciación de conceptos.

«Se necesitan los recursos económicos para cubrir toda la demanda en la parte social, educación, salud y en la parte económica como son los programas, actividades, proyectos que conlleva el departamento debido a que ha habido una gran reducción de regalías puesto que el gas es cada vez menos y las ventas que se realizan a Argentina y Bolivia de acuerdo a las nominaciones han reducido, especialmente con Argentina, entonces las regalías son cada vez menos y los compromisos de la Gobernación son cada vez más, pero eso no significa que hay una posición en desmedro de conservar la reserva de Tariquía, consideramos que se la debe conservar, pero estamos conscientes de que por medio hay una ley y que las leyes se las debe acatar», expresa el Secretario.

Respecto a los pasivos ambientales, Rivera dice que considera que por el momento no hay pasivos ambientales, pues por el momento YPFB «está cumpliendo con toda la normativa de lo que son las actividades que realizan de acuerdo a la licencia ambiental».

Equipo para la exploración. Foto: Comunaria de El Cajón, Janeth Alfaro
«No puedo entrar ni a mi propia casa»

Los defensores de Tariquía ya están fichados. A Janeth Alfaro no le permiten ingresar a su propia casa al interior de la reserva. Está amenazada.

«A mi esposo le han comunicado que yo ya no tengo ‘pisada en la reserva’. Le han amenazado al del transporte que nos ha llevado a mí y a mi familia a visitarme; le han dicho (al chofer) que él ya no va a poder trabajar, que no va a poder entrar a la reserva a llevar pasajeros hacia Bermejo. Un guardaparque que se llama Heladio Pérez había dado la orden al portero que yo no puedo ingresar a la reserva por órdenes del señor José Luis Gutiérrez, quien es el presidente del distrito y el presidente de Monitoreo Ambiental del pozo Astilleros (…). Yo he conseguido una abogada, pero de todas maneras yo voy a entrar, no me pueden prohibir porque ahí tengo mi casa», cuenta.

Para entrar a la reserva, en la actualidad, se deben cruzar al menos cinco portones y ser cuestionados por los guardaparques encargados o comunarios de otras zonas que dieron su visto bueno al Gobierno. No cualquiera puede entrar, incluso a pesar de ser familiar de los comunarios, cuenta Alfaro, a quien le restringieron el acceso debido a las múltiples declaraciones que hace en los medios de comunicación informando sobre este problema.

«A esa zona no podemos ingresar, ellos han puesto esas trancas, con YPFB. No creo que una comunidad se sacrifique tanto para estar cuidando lo que no es para ellos. En una tranca hay muchas personas cuidando y sabemos quién está pagando o está detrás de eso», explica a su vez Romero.

Agrega que ahora hubo un acercamiento con el director del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) regional Tarija, Franklin Flores, quien acompañó en abril de 2023 a la Comisión de Gestión a verificar los trabajos petroleros. Sin embargo, debido a las intensas lluvias y los ríos turbulentos, se vieron impedidos de lograr su objetivo. Prevén retomar esta actividad el 18 de abril.

Una torre petrolera dentro de la Reseva. Foto: Comunaria de El Cajón, Janeth Alfaro
Modificación al Plan de Manejo

Tariquía contaba con un Plan de Manejo (PM) aprobado por Resolución Ministerial 003/2001, emitido por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación, cuya vigencia concluía el año 2004. Al no existir otro instrumento se continuó utilizando este como herramienta de gestión, de acuerdo con un documento del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib).

Desde el 2006 existieron varios intentos fallidos de actualizar el Plan de Manejo. El 11 de julio de 2014 se lanzó una nueva convocatoria y el 18 de agosto se firma el Contrato Administrativo de prestación de servicios de consultoría DIR-DJ-118/2014, para elaborar el Plan de Manejo de la Reserva.

El Plan se entregó el 15 de diciembre y el 16 se emitió el informe técnico DP Nº 474/2014 que aprobó el nuevo PM señalando que cumple con los requisitos establecidos. Luego, el 30 de diciembre se emitió el informe jurídico DJ Nº 721/2014 señalando el cumplimento del marco normativo. Ese mismo día se firmó y puso en vigencia la Resolución Administrativa de 159/2014 del Sernap, aprobando el Plan de Manejo de Tariquía en los componentes: diagnóstico, marco estratégico, zonificación marco programático y plan financiero.

Es con este último que los comunarios no están de acuerdo porque aseguran que su modificación no fue legítima y que bajó la categoría del área núcleo dejándolo en “área de uso moderado”, lo que facilita el acceso de las petroleras a otras áreas que anteriormente estaban prohibidas.

«Pero ni aun así (deberían entrar), su nombre lo dice, no se puede hacer uso extractivo. Pero el Sernap dice ahora que el Decreto 2366 ‘dice que cuando es un proyecto de carácter e interés nacional y de interés público y que trae muchos beneficios económicos al país, estas áreas no se toman en cuenta, por eso es que han entrado a esta zona de Astillero y Churumas’”, dice el comunario Francisco Romero.

Por su parte, Flores, del Sernap, refiere que el área en la que trabajan las empresas es “moderada” y que además están respaldadas por el Decreto 2366, pues es plan de manejo de modificó el 2014. “Es un plan con resolución ministerial, con toda la normativa que corresponde, entonces, nosotros tenemos que dar cumplimiento”, señala.

Agrega que trabajan en coordinación con las 23 comunidades de Tariquía y que éstas están de acuerdo porque les beneficia.

A la izquierda, el PM del año 2000; a la derecha, el PM aprobado en 2014. Foto: CEDIB.
Alerta

El investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), Gonzalo Mondaca, explica que cuando se perforan los suelos debido a la actividad petrolera o de otro tipo, puede afectar los flujos subterráneos por ser zonas que tienen características geológicas especiales. «Las venas o flujos de agua son muy frágiles, entonces, al hacer perforaciones se alteran los flujos de agua subterránea y esos flujos son los que garantizan que tienen relación directa con las vertientes que por lo general son agua dulce que utilizan las comunidades. Si están con problemas de agua es probable que ya se haya cortado o alterado las venas de agua como ocurrió en el Aguaragüe, que es una pequeña cordillera que proporciona agua dulce al Chaco», analiza.

Cada año un árbol produce aproximadamente 2.800 litros de agua y 28 kilos de ácido carbónico, lo que ayuda a hacer frente a la época de estiaje en Tarija. Sin embargo, si se depredan los árboles se perderá la capacidad hídrica de reciclar agua de manera natural. Frente a esta situación, los comunarios de Tariquía alertan que es el inicio del fin de la reserva, porque además de la destrucción iniciada por las petroleras, será el pase libre para los avasalladores y loteadores que la convertirán en un área casi muerta.

«Este es el inicio de todo un avasallamiento, un atropello a la reserva de Tariquía, porque según el comunicado, ellos (YPFB) han empezado con Astilleros X1. Con esto decían a la población que va a ser el único, que no va a haber más, pero sólo ha sido para meter maquinaria y posicionarse dentro de la reserva y de ahí poderse desplazar a donde ellos quieran. Tengo entendido que están próximos a empezar con el Bloque San Telmo Sur, ahora en Churumas igual ya están haciendo caminos para rehabilitar el pozo Churumas, luego en San Telmo Norte. Prácticamente, con esto ya desaparecería la reserva», alerta Romero.

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