Alejandro Loayza Grisi, fotógrafo y cineasta boliviano de 36 años, obtuvo el Gran Premio del Jurado en uno de los festivales de cine independiente más importantes del mundo: el Sundance 2022. La película con la que obtuvo el galardón es Utama (nuestro hogar, en quechua), la cual narra una historia de resistencia ante el cambio climático, ante las tendencias de las mayorías. Se estrenará en Bolivia a fines de este año.
En esta entrevista Loayza nos habla sobre su vida, sus influencias, gustos y esfuerzos. El artista hace énfasis en la necesidad de apoyar la producción cultural nacional, desde el Estado y desde la gente, para descubrir nuestra identidad como bolivianos.
Entiendo que empezaste como fotógrafo ¿Cómo nació esta pasión por las imágenes?
La pasión por la imagen la tuve siempre. Me gusta mucho dibujar, he tomado clases de pintura cuando era niño, y cuando entré a la universidad estudié Comunicación Social. Ahí tuvimos la materia de fotografía, que en ese entonces era por suerte en un laboratorio. Allí hice fotografía analógica y me enamoré de todo el proceso de revelado.
Desde entonces, que era 2006, no paré de hacer fotografía. De ahí comencé a trabajar en la Dirección de Fotografía, en video. Agarré una cámara de video, mi padre me enseñó a usarla y me di cuenta de las oportunidades que daba la imagen en movimiento. Ahí comencé con esta pasión del cine.
Obivamente consumir imágenes también me gusta: visitar museos, leer revistas, libros.
Tu padre es el cineasta Marcos Loayza, ¿Cómo describirías su influencia en tu trabajo?
Yo creo que el cine es un oficio, y como todo oficio se aprende haciendo, en la cancha, y lo mejor que puedes tener es un maestro. Yo tuve la suerte de tenerlo a mi padre como maestro. Aprendí de él, y él es muy generoso con su conocimiento.
Creo que eso no necesariamente se tiene que ver reflejado en el estilo, pienso que cada persona tiene bagajes diferentes, una manera diferente de sentir y de expresar sus sentimientos; entonces el estilo es muy difícil que vaya a ser parecido, por más que sea mi maestro.
El premio es uno de los más importantes a nivel mundial, ¿qué representa en tu carrera?
El Festival de Sundance es uno de los más importantes de Estados Unidos, que es la industria cinematográfica más grande del mundo, y es uno de los cinco festivales más importantes del mundo, junto a Cannes, Berlín, Toronto y Venecia. Entonces tener la máxima distinción en un festival como éste es un impulso grande y me motiva a seguir trabajado, a volver a hacer otra película. Esto también es una ventana al mundo, como muchas personas vieron la película tuvo una buena recepción de la crítica. Es un reconocimiento bárbaro y me siento halagado y orgulloso.
Es la primera película en la que participas como director.
Es la primera. Previamente trabajé en otras películas, en Las bellas durmientes y Averno, de mi padre. Allí hice asistencia de dirección. También trabajé en una película tarijeña que se estrenó el año pasado: Gaspar, donde hice continuidad. Creo que todas esas experiencias te forman como profesional y aprender el trabajo que realiza un director.
¿Qué nos recomiendas para poder ver otras películas en las que participaste cumpliendo otros roles?
Hay una herramienta muy buena que es imdb.com y ahí uno puede ver todo el trabajo de cualquier persona dentro el cine y en sus distintos roles, después es cosa de ir buscando para encontrarlas. Tengo una página web donde se puede ver los videoclips que hice antes: alejandroloayza.com y en Instagram suelo publicar mi trabajo.
Cualquier persona que quiera hacer cine en Bolivia hoy tiene que saber que primero tenemos una batalla política para conseguir los fondos y el apoyo.
Alejandro Loayza
Hay una pregunta que se plantea en la película, quisiera conocer tu respuesta: Considerando los tiempos de crisis climática en que vivimos ¿Se puede resistir o al final uno es vencido por el entorno?
Yo pienso que se tiene que resistir, y sí, se tiene que poder. Obviamente es una interrogante importante porque no sólo depende de nosotros. La crisis ambiental es algo real que irá empeorando y cambiando la forma de vida, ese era uno de los puntos que quería tratar en la película. A veces en Bolivia nos olvidamos cómo pueden estar viviendo otros compatriotas, entonces hay que despertar esos cuestionamientos: ¿De dónde viene el agua que tomamos? ¿Cuánto nos afectará directamente el cambio climático?
También hay otras cuestiones sobre la migración, la aculturización, la pertenencia. Algo importante para resaltar es el tema de la identidad, ¿qué nos identifica? Por eso es importante tener tus propios referentes culturales nacionales, por eso es importante que en Bolivia se produzca cine, literatura, música, para que la gente consuma sus propios referentes culturales y no sólo los que vienen de afuera. Primero tenemos que tener un entendimiento nacional y eso se da por consumir nuestro arte.
¿Cuánto ha costado hacer la película y cómo la financiaste?
El cine es un arte realmente caro, tienes que involucrar a mucha gente, pero conseguir el financiamiento es lo más difícil. Nosotros gozamos un momento extraordinario en Bolivia cuando se lanzó el Programa de Intervenciones Urbanas (PIU), con el que buena cantidad de películas bolivianas se han producido. Pero ese fondo lastimosamente existió sólo un año y después cerró. Entonces fue muy fugaz, no se hicieron bien las cosas y ahora estamos de nuevo huérfanos y sin ningún fondo.
Cualquier persona que quiera hacer cine en Bolivia hoy tiene que saber que primero tenemos una batalla política para conseguir los fondos y el apoyo, y después podemos pensar en hacer cine.
Utama se financió con fondos nacionales, que es la única forma en que el cine de autor exista en América Latina e incluso Europa. Nosotros fuimos beneficiados por el PIU y con fondos de Uruguay, país co-productor. Toda la post-producción la hicimos en Uruguay y eso entiende el país, porque no sólo ayudan a que se haga una película, generan empleo.
El corazón de los fondos de financiamiento es invertir en la cultura, en lo que hablábamos antes: la identidad, la construcción nacional. Así que siempre que puedo hago el llamado a las autoridades para que apoyen el cine, que apoyen la cultura, que nos ayuden a seguir contando historias bolivianas.
La última consulta, ¿qué significa Utama y dónde se filmó la película?
Utama significa nuestro hogar (en quechua) y el nombre fue una sugerencia de mi padre. Tiene la belleza que une en una sola palabra dos conceptos: hogar y pertenencia.
Filmamos en comunidades de Colcha K, en Potosí. Las comunidades se entregaron a la película, nos dieron todo de ellos, nos abrieron su hogar y eso es algo que voy a mencionar siempre. Yo estoy eternamente agradecido con el municipio de Colcha K y la gente que viven en estas comunidades.
