Todo comenzó en un taller de escritura, donde una amiga comentó su deseo por realizar un ejercicio de narración creativa, enfocado en BTS.
Hasta ese entonces, yo sólo sabía que existía un grupo de k-pop bajo esa abreviatura, que en realidad quiere decir: Bangtan Sonyeondan, y cuya traducción al español, se entiende como: Chicos a Prueba de Balas. Al principio no le di importancia, pero fue un día, que en mi deseo por curiosear más sobre el show business, los busqué en Internet. Bendito Internet que lo tienes todo. Así fue, que me vi frente al computador reproduciendo el videoclip de “Dynamite”, cuyos colores, fotografía, producción y edición, me dejaron asombrada. De esta manera comenzó la travesía, que debo confesar, me tuvo durante dos semanas en el umbral de expectativas, descubriendo cada día un dato más interesante que el anterior.
Son siete los integrantes de este grupo surcoreano: Kim Nam-joon, (RM), Kim Seok-jin, (Jin), Min Yoon-gi (Suga), Jung Ho-seok (J-hope), Park Ji-min (Jimin), Kim Tae-hyung (V) y Jeon Jung-kook (Jungkook), todos se encuentran entre los 23 y 28 años. Y aunque la mayoría de sus canciones están escritas en coreano, esto no ha sido impedimento para entender el lenguaje de la música, pero sobre todo, para comprender qué hay más allá de la letra y el ritmo, que por cierto, hacen referencia a problemas propios, tanto de jóvenes como de adultos: autoestima, lucha contra la depresión, bullying, miedo, entre otros.
En este punto, en mi intento por descubrir más, Tati Endara, mi amiga, me dice que, son las teorías inscritas en cada videoclip que conforma el “Universo BTS”, las que le llamaron su atención, y que posteriormente, la llevaron a enamorarse de cada uno de los integrantes, no sólo por el trabajo que realizan, sino por la historia individual de cada miembro. Me aconseja escuchar “Map of the Soul”.
El grupo debutó en 2013 con el vídeo musical “No More Dream”, sin embargo, previo a ello, durante dos años fueron trainees, que en español significa aprendices, siguiendo la formación que debe tener una estrella del k-pop. Actualmente, estos siete chicos forman la banda más aclamada a nivel mundial con el fandom (comunidad de fans) más grande. Tal es el impacto que causan a nivel cultural, que muchos fanáticos en distintos países con un idioma diferente, han aprendido a hablar en coreano sólo por ellos. Sin duda, los centros de enseñanza de este idioma han sido uno de los segmentos más privilegiados. Esto ha valido para que BTS sea reconocido con la Orden del Mérito Cultural por el gobierno de Corea del Sur, la mayor condecoración que un ciudadano puede recibir en el país.
Pero su impacto no sólo es medido a nivel cultural, si se habla de aspectos económicos, el grupo inyecta 4.650 millones de dólares al año a la economía surcoreana, permitiendo crear alrededor de 8.000 nuevos empleos en la industria musical. Estos números llevaron al gobierno de Corea del Sur a invertir estratégicamente en las artes y en el mundo digital. Fue justamente el estreno de “Dynamite” en 2020, que permitió a los integrantes del grupo ocupar los primeros lugares en las listas de los Billboard y convertirse en los segundos más escuchados del año en Spotify. Hasta el presidente coreano, Moon Jae-in emitió una felicitación pública felicitándolos por esparcir esperanza durante la pandemia del Coronavirus. Claro, ¡qué mandatario no estaría orgulloso de que el PIB de su país crezca a pasos agigantados!
La esperanza que BTS transmite, también se ve reflejada en donaciones económicas que hacen a distintas organizaciones alrededor del mundo. Este hecho ha inspirado a sus fans, es decir, a su ARMY (Adorable Representante M.C. para la Juventud), donde M.C. es un término utilizado para denominar a los raperos, a formar redes de voluntarios que recaudan millonarias cifras de dinero para causas sociales. Quizá, por ello, es que este grupo de chicos es tan querido. Un ejemplo de esto es el millón de dólares obtenido en 24 horas por ARMY, a favor de la campaña “Black Lives Matter”. Como este movimiento, también se registran otros, uno de los más cercanos, de acuerdo a lo que me comenta Tati, es la recaudación de fondos que se realizó a favor de los perros de la calle, en La Paz, Bolivia. Además, en estas comunidades de fanáticos, también se han creado redes educativas, en las que voluntariamente los miembros ofrecen clases online gratuitas en idiomas y habilidades STEM.
Entre otros aspectos interesantes tras mi búsqueda por Internet y lo que me cuenta mi amiga, me sorprendió encontrar la Ley BTS. La legislación actual indica que todos los hombres sanos de Corea del Sur, que tengan entre 18 y 28 años, deben servir en el ejército durante casi dos años, debido a las relaciones tensas que todavía se mantienen con Corea del Norte. Sin embargo, tras saber que uno de los integrantes de la famosa banda cumpliría 28 años, la edad límite para presentarse al servicio de la nación, debiendo dejar a un lado la actividad artística, lo que causaría un gran perjuicio en la industria musical, la Asamblea Nacional aprobó una ley que permite a las estrellas masculinas del k-pop aplazar su servicio militar obligatorio hasta los 30 años. Esto en caso de que se los considere “contribuyentes importantes a la elevación de la reputación nacional”.
Todo esto ha contribuido a que directores y editores de importantes medios de comunicación los cataloguen dentro de las personas más influyentes en el globo terráqueo. Pero esto no podría ser posible detrás de toda la mercadotecnia de Bighit Entertainment, su compañía productora, y quien a través de “Bangtan Boys 24/7” alimenta la insaciable demanda de las ARMY, a través de transmisiones en vivo de sus estrellas durante el día. Un show totalmente agotador para los chicos de la banda, quienes a pesar de sus extenuantes horarios de trabajo, intentan no decepcionar a sus seguidores. Los engranajes de la industria cultural son tan fuertes que se han creado desde sets educativos, videojuegos, muñecos, literatura, hasta tendencias de moda, enfocadas en BTS.
Muchos seguidores tienen sus canales de Youtube, enfocados en la revolución del k-pop, sobre todo en la originada por BTS, y al igual que Tati, ven a sus íconos más que como artistas, como amigos, que a través de las canciones han logrado apabullar sentimientos de dolor. Y, es que al parecer, el “Efecto BTS” no sólo se caracteriza por ser una frase bonita de sus fanáticos en el mundo, más que ello, implica la simbiosis que sólo al integrarse plenamente, puede brillar.
“(…) I am diamond, you know. I glow up”.