Todo se remonta a 3,000 años a.C. cuando los romanos expulsan a los judíos de la tierra prometida: Jerusalén.
Sin embargo, como la Historia es una vuelta de artilugios que no alcanzaría a definirse en un texto, me sitúo en una época más actual. Por el año 1947, momento en el que tras una intensa persecución antisemita, alrededor de 4.500 inmigrantes judíos son transportados a través del buque Exodus a territorio palestino. Pero, al llegar, autoridades del Reino Unido, que en aquel tiempo administraban la región, bloquean su paso y los devuelven a Europa, lo que ocasiona que todos los pasajeros a bordo sean internados en campos para ser deportados.
¿Por qué sucede esto? Pues, es sencillo, los británicos fueron los primeros en apoyar y dejar por escrito la promesa de establecer un hogar nacional judío en Palestina; pero, por supuesto, tras el flujo migratorio ocasionado por la Segunda Guerra Mundial, esta ubicación geográfica se convirtió en el lugar ideal de todos los forasteros. Si en 1922 la población judía en Palestina llegaba a los 83.790, en 1947 alcanzó los 650.000 habitantes, no obstante, la mayoría de las personas seguían siendo árabes. Es esta heterogeneidad de posturas religiosas lo que desencadena una espiral de violencia con graves atentados.
Tal situación lleva a las autoridades del Reino Unido a tomar la decisión de abandonar Palestina; pero, además, la ONU aprueba una resolución para dividir a la región en dos estados: uno judío y el otro árabe palestino, algo a lo que los árabes se oponen. Y en medio de todo ello, en 1948, David Ben-Gurión, un líder sionista, declara el nacimiento del estado de Israel, definiéndose desde el inicio como un Estado judío.
Desde entonces y hasta la fecha, diversos enfrentamientos se han originado, al igual que algunos acuerdos de paz que han fracasado. Han ido desenvolviéndose porque al parecer esta confrontación entre bandos religiosos no hace más que exponer la naturaleza individualista y egoísta del ser humano.
Sólo por citar algunos hitos importantes, en 1948, un día después de haber nacido el estado de Israel, este es atacado por las fuerzas armadas de Egipto, Líbano, Siria, Jordania e Irak. Y, a pesar haber sufrido un atentado múltiple, sale victorioso, demostrando su poderío gubernamental y militar y ampliando sus fronteras, quedándose con el 77% de Palestina.
En 1967, Egipto, Siria y Jordania se preparan para una nueva confrontación. Sin embargo, Israel sorprende con un ataque preventivo. El mapa se reconfigura nuevamente y así es como Israel le arrebata a Egipto la Península del Sinaí y los Altos del Golán a Siria. Además ocupa Jerusalén este, Cisjordania y Gaza, lo que provoca más desplazados palestinos que hasta la actualidad viven bajo un régimen de ocupación militar israelí. Esta coyuntura permite a Israel colonizar los territorios conquistados con el apoyo de gobiernos laboristas y líderes derechistas.
En 1973, Israel es atacado por Egipto y Siria, con el objetivo de recuperar los territorios perdidos, pero, para decepción de estas naciones, ambas son derrotadas. Y, es en este punto donde Israel estrecha vínculos con Estados Unidos. Paradójicamente, Egipto se da la vuelta y comienza una política de acercamiento con el gobierno estadounidense a cambio de recuperar el Sinaí, lo que hace que sea expulsado de la Liga Árabe.
Este momento es importante porque en Irán triunfa la revolución islámica y, con ello, se potencia el apoyo a la milicia libanesa de Hezbollah y al Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás. Dos organizaciones que en la actualidad son consideradas como las más grandes agrupaciones terroristas a nivel mundial, además de ISIS y Al Qaeda.
Posteriormente, en 1987, se produce un enfrentamiento entre civiles palestinos y las fuerzas armadas, repudiando la política de colonización israelí. Aquí nace la primera Intifada. Y en 2000 llega la segunda Intifada, caracterizada por ataques más violentos.
En 2005, Israel se retira de Gaza, pero mantiene el control de su espacio aéreo, frontera terrestre y costa, sometiendo a los habitantes de este territorio a un desabastecimiento de suministros y servicios básicos. En 2007, la situación se agrava. Así es como en 2008, 2012 y 2014, de manera constante, se generan enfrentamientos armados que ponen en riesgo la vida de miles de civiles.
Hasta que, en 2023, Hamás, que en años anteriores había ganado las elecciones en Palestina, lanza un ataque sorpresa masivo, provocando una brutal respuesta de Israel. El plan ofensivo involucró el lanzamiento de cohetes y el vuelo de parapentes motorizados que atravesaron la frontera desde Gaza, atentando contra cientos de civiles, justo cuando se celebraba el Shabbat judío. Desde entonces y hasta la fecha, ha iniciado un conflicto armado, donde no hay cese al fuego, siendo la melodía diaria la explosión de bombas, el retumbar de helicópteros en pleno sobrevuelo y el repique de sirenas de ambulancia.
Hasta el momento existen más de 35.900 muertos en la Franja de Gaza, en su mayoría mujeres y niños, y la ONU todavía no ha tomado acciones concretas.