Intento de prosa inspirada en una mujer

Por: Cabeza de pulpo,
un intento de poeta que escribe para no terminar de enloquecer.

Era otro encuentro más, otro infortunio donde nuestros corazones se miraban sin ropajes, desnudos y llenos de heridas.

Esa mujer era un caos hecho gala, con un cuerpo lleno de imperfecciones que retaban a la belleza y la hacían sumisa. Hace mucho que perdí el rumbo del amor y se me hizo cada vez más ambiguo y deforme. Y en ella toda esa deformidad cobró cierto sentido, solo parcialmente, pero sentido al fin.

Sus manos tomaban las mías y nuestros labios danzaban con una sintonía obscena. Nuestros cuerpos imperfectos, se rozaban levemente hasta terminar tocándose y sentir la verdadera compañía de otro ser humano.

Tenía una alma cruda y llena de catástrofes que te ocasionaba vértigo, era una mujer de pura esencia, de esas que no pueden enmarcarse, de esas que van tomadas de la mano de la locura y el desorden espiritual.

La amé como una deidad, la amé derramando pasión en cada movimiento y sacando a flote mis miedos y vanidades, mientras la tomaba y la moldeaba con torpeza. Ese encuentro era de los pocos que uno experimenta en su corta vida, un encuentro tan cercano donde hasta la carne sale sobrando.

Esa mujer causó desastres en mí, desastres que aún busco ordenar, desastres que se mueren por ser destruidos una vez más.