¿Navidades? las de antes

Yo tenía 6 años cuando la magia ocurrió. Era 1990, mi familia de siete integrantes ocupaba un garzonier en la casa de mi tía abuela, en Sopocachi. Fue mi primer hogar de verdad y allí descubrí la Navidad al ritmo de los chuntunquis chuquisaqueños.

Nadie está del lado de los árboles

Ante los cambios políticos que se dan en el continente y el mundo, con una avanzada importante de negacionistas climáticos, toca pensar qué va a pasar con las luchas ambientales en Bolivia, que no se reducen a “bosques y animalitos” como le gusta apuntar a la gente cuyas luchas “son más importantes”.

¿Vale la pena escribir sobre la narcomoda?

La idealización de un estatus que promulga poder y control, y que no es más que la ficción naciente del cine, la televisión, y hasta la literatura, representa para algunos el triunfo al límite de una sociedad tan vertiginosa.

El recuento de los daños

Siempre que llegan las fiestas de fin de año uno se pone más sensible, parece que en unos pocos días queremos sentirnos plenos, acercarnos más a nuestra gente querida, ser amables con las personas que se cruzan en nuestro día a día.