Estados Unidos ha cooperado con Bolivia en varias ocasiones, apoyando a las gobernaciones de Santa Cruz y Beni con equipos de protección personal, herramientas especializadas para bomberos, equipos de comunicación, y combustible para maquinaria pesada.
Activistas ambientales presentaron una denuncia ante el tribunal agroambiental para sancionar al director nacional de la ABT, Luis Flores Orellana, por el desastre ambiental.
La demanda solicita que se reconozca la responsabilidad directa del funcionario en la gestión fallida de estas tareas y exige la indemnización correspondiente. El objetivo es que dicha autoridad asuma los costos que están afrontando los bomberos voluntarios, quienes han trabajado incansablemente para sofocar los incendios provocados por la falta de resultados en la gestión pública de la ABT.
Solicitan cambios en los artículos que prohíben el uso de terrenos quemados durante cinco años, lo que limita su capacidad de producción agrícola. Este movimiento podría expandirse a otros municipios como San Ignacio de Velasco y Santa Rosa de la Roca.
El expresidente Evo Morales cuestionó la pausa ambiental declarada por el gobierno de Luis Arce ante los incendios forestales en Bolivia. Según Morales, esta medida no solucionará la crisis climática y sólo empeorará la inflación al interrumpir la producción de alimentos.
Hasta el 30 de septiembre se quemaron 10,1 millones de ha en el país, un número que irá en aumento hasta fin de año y que es parte del «peor desastre ambiental en nuestra historia», según el investigador Gonzalo Colque.
La cooperación francesa subraya la importancia de un enfoque internacional y colaborativo en la lucha contra los incendios forestales, un desafío cada vez más vinculado a los efectos del cambio climático, cuyas consecuencias devastadoras se hacen cada vez más evidentes en todo el mundo.
La última donación se suma al apoyo que hasta el momento ha brindado la Unión Europea para combatir los incendios en el oriente del país, con el envío de bomberos, un helicóptero, y compra de equipamiento, entre otros.
La administración de Luis Arce comenzó a hablar de «soluciones estructurales y no «parches» para enfrentar la crisis de los incendios forestales que año tras año golpean al país. Se abrió a propuestas de la sociedad civil.
¿Realmente estamos haciendo lo necesario para prevenir futuros incendios, o simplemente apagamos el fuego sin atender las causas estructurales del problema? El país necesita una estrategia que no solo responda al desastre, sino que prevenga su recurrencia y aborde las causas profundas de esta crisis ambiental.