Hace unas semanas pudimos ver en redes sociales una publicación de BOA sobre la implementación de una nueva ruta: Lima – Uyuni.
Debo aclarar que esta ruta fue propuesta en la gestión pasada por algunos técnicos del Viceministerio de Turismo, quienes argumentaban que era una necesidad para incrementar el flujo turístico hacia nuestro país y los beneficios que esto generaría. Desde el sector, expusimos los motivos por los cuales esta ruta NO sería lo mejor para el país y distaba mucho de ser un beneficio.

Ahora, meses después, nos llevamos la sorpresa con la publicidad de la misma. Por lo tanto, expongo nuevamente algunos de los perjuicios que esto conllevaría: primero, el perjuicio a destinos ya consolidados como Tiwanaku, Lago Titicaca, el Camino de la Muerte y a la misma ciudad de La Paz, Oruro, Sucre y Potosí como parte del circuito; segundo, no beneficiaría a Uyuni, dado que la mayor cantidad de ingresos proviene de Calama, haciendo un full day y luego retornando al lado chileno, y el contar con una conexión causará el mismo efecto, generando nulo beneficio a Uyuni como destino. Además, actualmente la ruta que sigue gran parte de los turistas es Calama – Uyuni – Norte Argentino.
Por lo tanto, se generaría mayor afluencia, pero con casi nulo beneficio para el turismo en Bolivia.
Nuevamente vemos que los “especialistas” de nuestro Viceministerio no conocen en lo más mínimo cómo funciona actualmente el turismo en nuestro país y crean este tipo de acciones erróneas, y lo peor, sin medir las consecuencias para todos los involucrados.

Sin embargo, esto no termina con la noticia generada en redes sociales; sino que BOA Perú no conoce nada al respecto de la implementación de esta ruta, y por último, la DGAC indica que aún no se cuenta con un itinerario consolidado ni los permisos para la operación.
Así que cabe preguntarnos si es un globo de ensayo para ver la repercusión de semejante error o si estamos en manos de “profesionales” que deben justificar su gestión y puesto dentro del sector público.
Una vez más, solo pedimos condiciones para seguir operando como empresas y profesionales, y que las medidas sean en beneficio y no en contra, como hasta la fecha se evidencia.