Fotos: Freddy Barragán / Fundación Alternativas
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“¡Sube, sube! ¡Baja, baja!”, anuncia Evelyn López, una joven de anteojos con una amplia sonrisa que promociona la alimentación saludable y la sostenibilidad ambiental con la alegoría de un “bus chelero”, sólo que esta vez se trata de un “bus huertero”.
“En este bus no hay cerveza, sino alimentos saludables, y no recorre bares, sino huertos urbanos regados en la ciudad de La Paz”, explica López, quien lidera el proyecto Reconectando con la Tierra.
Ella se encuentra en un evento organizado por Fundación Alternativas y Cosecha Colectiva, con el apoyo de Welthungerhilfe Perú y Bolivia y la Cooperación Alemana. Es 29 de noviembre en un salón al sur de la ciudad de La Paz se reunieron decenas de personas interesadas en compartir información sobre alimentación saludable y accesible.
En el mismo se exponen otras cinco iniciativas además del “bus huertero”.
Está el Centro Integral de Reconexión Alimentaria (CIDRA), el Círculo Solar Co-Criando Masculinidades, Verdad y Reto, Mi Diario Culinario. El quinto es el proyecto Si lo Botas Pierdes, que tiene como mascota un “brocolito” para ejemplificar el aprovechamiento de todas las partes posibles de un alimento.
“Esta es nuestra mascota”, dice Javier Moller, representante de este último proyecto, moviendo un brócoli de peluche sonriente. “Porque de él puedes aprovechar las hojas, el tallo, no sólo la cabeza”.
La estrella y el más antiguo, un comité
Este evento es sólo uno de los proyectos impulsados por Fundación Alternativas y Cosecha Colectivas. Otro, que lleva once años y que ha permitido reunir a distintos actores en pro de una alimentación sana y sostenible es el Comité Municipal de Seguridad Alimentaria de La Paz (CMSA-LPZ), que lleva más de 114 reuniones realizadas desde el 2013.
Congrega a 45 instituciones, colectivos, universidades, representantes gubernamentales y ciudadanos comprometidos. Trabaja para transformar los sistemas alimentarios y garantizar el derecho a una alimentación adecuada para todos a través de la incidencia social y política.
“El Comité es un espacio vivo que existe más allá de un lugar físico, abierto a quienes deseen colaborar, aprender y trabajar en temas de seguridad alimentaria”, dice Viviana Zamora, coordinadora del CMSA-LPZ. «La incidencia social en sí misma es la creación del Comité, porque a pesar de que los bolivianos no estamos acostumbrados a intervenir y formar parte activa de problemas públicos como la alimentación, este espacio ha incidido en que las personas sepan que hay un espacio donde pueden ir y participar, no solo para dar sus preocupaciones —que por lo general es lo que hacemos los ciudadanos cuando nos ponen una cámara o en las redes—, sino también para ser parte activa de las soluciones”.
La problemática de la alimentación incluye factores de conciencia, conocimientos, ambientales, y hasta económicos. “No nos estamos dando cuenta de que el tema del alimento está en emergencia constantemente, porque en Bolivia no producimos lo suficiente, no estamos produciendo de manera orgánica ni saludable, no tenemos educación alimentaria y no tenemos buenos hábitos. Estamos teniendo un problema desde diferentes perspectivas”, expresa Viviana.
Entre los logros del Comité están la implementación de iniciativas como el Comité Móvil, que se desplaza a comunidades urbanas y rurales promoviendo conocimiento y participación inclusiva.
Impulsó normativa como la Ley 105 de Seguridad Alimentaria Municipal, la primera de su tipo en La Paz, y la Ley 321 de Promoción de Huertos Urbanos para el Municipio de La Paz. Así como propuestas para la creación de centros de acopio a nivel departamental, para alcanzar una distribución eficiente de alimentos en el departamento paceño.
Formar parte del CMSA-LPZ no solo significa contribuir a políticas públicas, sino también generar redes de colaboración entre diversos actores sociales. “Nuestra intención es generar redes, colaboración y compartir nuestras experiencias y maneras de realizar actividades y acciones con la población. A través de este trabajo conjunto hemos logrado incidir tanto en la generación de políticas públicas como en el trabajo con actores con los que no teníamos conexión previa”, comentó Ángela Guerra, Coordinadora de Facilitación del Comité y Articulación de Cosecha Colectiva.
Los desafíos para el 2025
Para el próximo año, el Comité continuará su labor con tres ejes temáticos: 1) El rol de las mujeres en la alimentación, ya que ellas son el corazón de muchos sistemas alimentarios y se requiere empoderarlas como líderes. 2) Medioambiente y alimentación sostenible, dada la creciente preocupación por el impacto ambiental en la cadena alimentaria. Para ello se promueven prácticas como la agroecología, la reducción del desperdicio alimentario, y la implementación de sistemas de producción que respeten la biodiversidad local. 3) Por último, se trabajará aún más en la educación para el consumo responsable con el fin de cambiar hábitos de consumo para promover la salud y la sostenibilidad ambiental.