La COP 16 (Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica) se realizó en Cali, Colombia del 21 de octubre al 1 de noviembre del presente, este evento reunió a líderes mundiales, sector privado y organizaciones para discutir sobre la protección de la biodiversidad del planeta en virtud del Convenio sobre la Biodiversidad Biológica.
El objetivo de este evento global es la evaluación del estado de la biodiversidad y cómo los estados actúan para poder revertir la pérdida de biodiversidad para 2030; asimismo, se debe considerar el financiamiento y los recursos que son necesarios para poder adoptar las medidas necesarias; finalmente, se desarrolla el tema de la participación.
Este año, la Conferencia tuvo una importante concurrencia de todos los sectores lo que llevó a importantes debates sobre los temas en discusión, lo que dio como resultado una serie de acuerdos y desacuerdos que quedan pendientes para la próxima edición de la Conferencia.
Entre los acuerdos se destacan los siguientes:
- Creación del “Fondo Cali”, el cual tiene el objetivo de distribuir los beneficios económicos que se deriven de la utilización de información genética en formato digital, esto quiere decir que industrias como la biotecnológica o agrícola que trabajan con esa información deberán aportar al fondo. Se busca que los fondos se distribuyan de forma equitativa y aprovecharlos para la financiación de proyectos de conservación de la biodiversidad.
- Identificación y protección de áreas marinas relevantes a nivel ecológico, esta fue una discusión que pudo ver un resultado después de varios años de discusión.
- Pueblos indígenas afrodescendientes: este grupo recibió el reconocimiento oficial como protectores de la biodiversidad por sus conocimientos ancestrales, creando en ese margen un órgano subsidiario.
Bajo el lema de “Paz con la naturaleza”, Colombia fue la sede de estas discusiones en las que se lograron acuerdos relevantes, sin embargo, también quedaron temas pendientes como lo que ocurre con el financiamiento de protección de la biodiversidad, aspecto de suma importancia sobre el cual no se ha cerrado un acuerdo; de igual forma, aspectos referentes al monitoreo de decisiones anteriores no han sigo provechosos y siguen pendientes en la agenda global.
Para países como Bolivia, que, en último año han visto a sus especies arder en las llamas del interés económico de unos pocos, la protección de la biodiversidad representa una urgencia, más allá del valor de cada vida perdida, las especies dentro de sus ecosistemas hacen parte de un equilibrio que, de ser roto trae serias repercusiones a mediano y largo plazo. Cada vez que los estados se reúnen para hablar de biodiversidad es preciso que sean las organizaciones de la sociedad civil quienes les recuerden que esto es importante, necesario y urgente.
Más allá de las declaraciones y los discursos, son necesarias las acciones y el financiamiento para hacerlas posible, el hecho de que este sea un tema tan controvertido, dista mucho de la importancia que declaran los sectores más poderosos y denotan que todavía es largo el camino para que alcancemos compromisos y mecanismos efectivos de protección de la biodiversidad a nivel global.
Desde el otro lado, también se tiene que cuestionar que, de tener acceso a un financiamiento como ese, ¿sería nuestro sistema capaz de utilizarlo te una forma transparente y efectiva? ¿cumpliría su objetivo? O solo sería un financiamiento del cual no volvamos a saber, un financiamiento internacional también requiere de sistemas transparentes para su recepción, asegurando que se cumpla el objetivo, en este caso, proyectos para la protección de la biodiversidad.
Lo que nos queda a países como Bolivia, cuya biodiversidad se encuentra amenazada, es alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo y observar de cerca a quienes deciden ser cómplices de esta extinción, no dejar que olviden el precio de sus actos.
Es necesario recordar que la sociedad civil, como parte observadora juega un rol crucial que debe fortalecerse en este tipo de eventos, facilitando su participación así como las medidas de acceso, dado que la COP 16 se llevó a cabo en Cali, Colombia, fue destacada la concurrencia de sectores como los pueblos indígenas, lo que se vio reflejado en los resultados, pero esto no siempre es así, y suele ser difícil para esos sectores el asistir a estos eventos por la falta de financiamiento para hacerlo. El tener la participación de diferentes sectores de la sociedad civil, genera una especie de presión para que los gobiernos y el sector privado tengan en mente que sus decisiones están siendo juzgadas por aquellos que deberán asumir las consecuencias de lo que deciden o no hacer, gracias a las redes sociales podemos difundir lo que ocurre en este tipo de espacios y hacer la información más accesible.
Entre aciertos y obstáculos, esta COP sobre la biodiversidad deja al descubierto que todavía en necesario un mayor compromiso por parte de los estados para afrontar la crisis climática y dentro de ella el rol de la biodiversidad, quedan asuntos pendientes que no se deben olvidar en las siguientes reuniones en el marco del Convenio sobre Diversidad Biológica, hasta entonces, la sociedad civil debe quedarse al pendiente de los compromisos asumidos y su cumplimiento.