Más del 90% de 32.375 encuestados en una consulta popular apoyaron impulsar alternativas de desarrollo económico sostenibles y elevar el presupuesto ambiental de menos de 1% a un 10% para el próximo año, de acuerdo a información difundida por la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC).
La llamada Consulta Popular Nacional por la Vida fue realizada de forma virtual y presencial entre el 7 y 16 de octubre de este año, como respuesta de organizaciones de la sociedad civil ante los incendios que consumieron más de 10 millones de hectáreas en los últimos meses. Esta crisis ambiental se repite año tras año, y a ello se suma la deforestación (que Bolivia lidera a nivel mundial) y el impulso de actividades extractivas como la minería y la agroindustria por parte del Gobierno.
Los resultados de la consulta señalan que el 91% de los encuestados apoya impulsar alternativas sostenibles como la agroecología, la agroforestería, y el ecoturismo, actividades que podrían generar progreso económico preservando el medioambiente y los bosques bolivianos.
Asimismo, un 90% exige que el presupuesto para el sector ambiental, que en 2024 estaba por debajo del 1%, según la PBFCC, se eleve a un 10% en el Presupuesto General del Estado (PGE) del 2025, que debe discutirse estas semanas. Esto permitiría «una respuesta adecuada a la crisis ambiental, la recuperación de bosques y la protección de áreas protegidas y comunidades afectadas», enfatizó la PBFCC.
Otros resultados:
- El 94% de los votantes exigen abrogar las leyes y decretos incendiarios y que facilitan la deforestación en el país, tarea que fue truncada en el Congreso en semanas pasadas.
- Un 94% pide aplicar una «pausa ecológica» hasta asegurar la recuperación de las áreas afectadas por las quemas ilegales.
- Un 85% apoyó la reversión de tierras quemadas ilegalmente por incumplimiento de la Función Económica Social (FES), declararlas tierras fiscales no disponibles hasta su recuperación.
La integrante de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia, Clara Masaí, quien llegó a la ciudad de La Paz desde la Chiquitanía cruceña, alertó que los incendios del 2024, los cuales rompieron un récord histórico con más de 10 millones de hectáreas quemadas, generarán una «hambruna» en las poblaciones afectadas, que dependen en gran medida de sus cultivos y animales de granja.
A esto se suma una crisis económica y energética que ha elevado los costos de la canasta familiar y reducido las posibilidades de empleo. «Este 2024 fue fatal, un asesinato a nuestra biodiversidad y el Gobierno debe escucharnos», dijo Masaí.
Hermógena Calderón, del Allyu Collana (altiplano paceño), resaltó que los incendios y la pérdida de bosques han alterado el normal ciclo de lluvias, provocando sequías y daños a la producción en las tierras altas. «Los incendios también nos afectan a nosotros, y los pueblos originarios están en vía de desaparición. Cometen ecocidio, etnocidio y nadie dice nada», destacó.