LA FUERZA DE LA LEGÍTIMACIÓN ACTIVA
El artículo 34 de la Constitución Política del Estado – CPE otorga a los ciudadanos bolivianos, una considerable potestad: la capacidad de defender legalmente nuestro a medio ambiente, a nuestros hermanos animales, a nuestros bosques y ríos, a nuestra “Madre Tierra”. Esta potestad, conocida como la LEGITIMACIÓN ACTIVA AMPLIA, nos permite a todos, individualmente o en grupo, iniciar acciones legales para proteger nuestro entorno.
Cualquier ciudadano podría denunciar ante la Policía Boliviana, el Ministerio Público, los Juzgados Agroambientales, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la Gobernaciones y Municipios, aquellas acciones u omisiones que dañen el medio ambiente, sin necesidad de acreditar una condición de víctima directa o interés particular en el caso. Esto significa que la protección de nuestro planeta ya no es solo responsabilidad del Estado, sino también de cada uno de nosotros.
La legitimación activa amplia en casos ambientales es más que una simple facultad legal; es un llamado a la participación ciudadana. Nos brinda una herramienta poderosa para hacer oír nuestra voz y exigir un ambiente sano y equilibrado para las presentes y futuras generaciones. La posibilidad de actuar en defensa del medio ambiente debería empoderar a las bolivianas y bolivianos, además de impartir un sentido de responsabilidad colectiva hacia nuestro ecosistema.
El momento de actuar es ahora. Cada denuncia y cada acción que emprendamos para proteger nuestro entorno cuenta, es momento de crear una nueva “Tradición”, una nueva “Costumbre”: Tenemos que Defender nuestro casa, a nuestros hermanos. La degradación ambiental no es un problema distante que solo concierne a los expertos o a las personas que habitan en el monte o en la montaña, es una preocupación que afecta nuestra salud, nuestra calidad de vida y el futuro del planeta en el que vivimos. Al ejercer esta potestad, no solo estamos defendiendo nuestros derechos, sino que también estamos sembrando las semillas de un cambio necesario.
Es esencial que, como sociedad, comprendamos el impacto de nuestras acciones y que estemos dispuestos a alzar la voz frente a aquellos que perjudican el medio ambiente. Desde la contaminación de ríos hasta la deforestación, los incendios y el uso irresponsable de recursos naturales, cada una de estas actividades puede ser denunciada y combatida por cualquier ciudadano.
Aprovechemos esta oportunidad que nos brinda la Constitución. Seamos guardianes activos de nuestro entorno. La legítima acción amplia no solo es una herramienta legal; es una expresión de nuestro compromiso con la Tierra y con las generaciones venideras. Todos tenemos un papel que desempeñar en la defensa de nuestro medio ambiente, y juntos, podemos marcar la diferencia.