En conversación con Pablo Vargas, periodista de Radio Actualidad de Santa Cruz, se reveló la alarmante situación que enfrentan las comunidades en la Chiquitanía debido a los incendios forestales. Regiones como San Ignacio de Velasco, San Javier y Concepción están siendo gravemente afectadas, mientras los incendios avanzan sin control, amenazando la vida y los medios de subsistencia de muchas familias.
Aunque no se cuenta con cifras exactas, numerosas familias han sido evacuadas a refugios, mientras que otras han optado por quedarse en sus tierras destruidas, tratando de proteger sus hogares. Con el fuego aún activo, la falta de una respuesta contundente y la lentitud en la recopilación de información agravan la situación.
A pesar de los esfuerzos de los bomberos y guardaparques enviados por la Gobernación de Santa Cruz, los mismos comunarios, incluyendo niños, madres y jóvenes, han asumido el rol de bomberos voluntarios en un intento desesperado por frenar los incendios. Actualmente, 45 focos de incendio siguen activos en 17 municipios de la región.
La respuesta del gobierno nacional ha sido insuficiente, y a pesar de la solicitud de la Gobernación de declarar el desastre nacional, el gobierno ha argumentado que ya cuenta con la cooperación internacional necesaria. Sin embargo, Vargas asegura que «la realidad es otra» en el terreno, con comunidades completamente destruidas por el fuego y sin recursos suficientes para enfrentar la catástrofe.
A pesar de la reciente llegada de lluvias en algunas zonas, los incendios siguen siendo una amenaza, y sin una acción más decidida, el daño continuará extendiéndose. Las imágenes y testimonios de las comunidades muestran un panorama devastador que requiere mayor atención y apoyo urgente.