Foto: Cuentas de Luis Arce
El 19 de junio el reconocido medio ruso Kommersant informó sobre el envío de 366 mil barriles de diésel desde el puerto de Vysotsk (Rusia) hacia Arica, Chile, donde sería recibido por la estatal boliviana YPFB. La recepción de la carga fue confirmada y después negada por funcionarios del Gobierno de Luis Arce, aparentemente por temor a recibir sanciones de occidente.
«Hay un fruto de la visita del hermano presidente Lucho a Rusia. Ayer llegó a los puertos chilenos donde está diésel y gasolina para abastecer por más de 10 días», dijo el 21 de junio el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño.
«No llegó ningún combustible a Bolivia, eso es una noticia que está malinformando a la población (…) Decir que hoy ha llegado diésel a un puerto chileno procedente de Rusia, eso no es correcto. Esta información es incorrecta», manifestó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
Al respecto, el analista económico José Espinoza señaló que esta contradicción se debe a que el Gobierno se dio cuenta de posibles sanciones por esta compra. «Se dieron cuenta de la metida de pata de Arce y el riesgo que enfrenta YPFB (y el país) a partir de posibles bloqueos de cuentas y activos en Estados Unidos y Europa. Es la clara muestra de la incapacidad e improvisación del peor gobierno de la historia».
Las sanciones, según Espinoza, perjudicarían los pagos que hace Brasil a Bolivia por el gas, ya que estos se ejecutan a través del sistema financiero de Estados Unidos. También pondría en riesgo el acceso al crédito de organismos multilaterales y el sistema financiero que tiene el Banco Central de Bolivia (BCB) y el gobierno de Luis Arce en el país del norte.
Un artículo del medio Brújula Digital detalló que a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea sancionaron a Rusia fijando límites para el precio de comercialización de su petróleo (60 dólares por barril) y derivados (100 dólares por barril de diésel). Estas sanciones alcanzarían a los países que adquieran estos productos a precios por encima de los establecidos.
Se desconoce el costo al que se hizo la operación entre Bolivia y Rusia; aunque el investigador de la Fundación TIERRA, Gonzalo Colque, señaló que de acuerdo a los precios internacionales YPFB tendría que pagar poco más de 160 dólares por barril (un total de 60 millones por los 366 mil barriles).
El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos manifestó que la administración de Luis Arce da señales de «desesperación y desgobierno» en cuanto al sector energético. «Hay un total descontrol. Si el Gobierno está desinformando hay un desgobierno. Es imposible saber qué pasó, si el país compró el diésel y a qué precio. Hay que pedir al Gobierno que aclare».
Espinoza también observó el tiempo que lleva el transporte de combustibles en buque desde Rusia a Bolivia. El mismo tomaría un mes, aseguró, por lo que no se tiene certeza si la carga enviada fue la única y ya llegó, o si hay más barriles en tránsito.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, al ser consultado por la prensa si se adquirió diésel de Rusia o no, se salió por la tangente al asegurar que Luis Arce pidió a Vladimir Putin gestionar envíos de combustible de parte de países de la OPEC (organización de países productores de petróleo, por sus siglas en inglés). «No necesariamente tiene que ser de origen ruso. Otros países que tienen estos recursos nos pueden hacer la venta de esto».