Foto de portada: Una de las cinco Parabas Barba Azul que ha sido repatriada. Gobernación del Beni.
Este miércoles 6 de marzo, se repatrió a cinco individuos de Paraba Barba Azul al Centro “Sachojere”, situado en el municipio de Loreto, a 22 kilómetros de Trinidad. Se trata del tercer grupo que llega a Bolivia. El primero, arribó de Inglaterra, el segundo de Canadá, y en esta oportunidad se reintrodujo individuos de Inglaterra. Aún faltan 16 parabas que vendrán de Estados Unidos, informó René Ibañez Salazar, presidente de la Fundación Conservación de Loros en Bolivia (CLB).
Esta iniciativa de repatriación promovida por CLB, en colaboración con el World Parrot Trust (WPT), ha suscitado preocupaciones significativas entre numerosos expertos en conservación de esta especie.
“La reintroducción de esta especie sin implementar todas las medidas de seguridad puede traer consecuencias negativas considerables, ser contraproducente a los esfuerzos de la recuperación ya aprobados, y poner la especie en muy alto riesgo nuevamente”, indicó Rodrigo Soria, director ejecutivo de Asociación Armonía, institución que trabaja 30 años en la conservación de la Paraba Barba Azul en el Beni.
Estas preocupaciones abarcan:
Riesgo de enfermedades: La reintroducción de aves criadas en cautiverio sin los protocolos de sanidad adecuados representa un riesgo elevado de transmisión de enfermedades virales aviarias a la población silvestre o viceversa. Dada la complejidad para detectar estas enfermedades, sus consecuencias podrían ser catastróficas en el peor de los casos, o mínimamente menos efectivas que las acciones que hoy ya están mostrando resultados positivos (ej. el programa de nidos artificiales). “Es importante mencionar que no existe la posibilidad predecir la rapidez e intensidad en que un virus común entre mascotas podría manifestarse en vida silvestre. Siendo esto un peligro para las poblaciones silvestres”, aseveró Soria.
Para Mauricio Herrera, representante legal de Loro Parque Fundación, la introducción de estos individuos no responde a una estrategia nacional de conservación y podría considerarse un acto de biocidio debido a las enfermedades que podrían introducir. Herrera señaló que, especialmente en el caso de aves provenientes de criaderos que reciben aves de otras partes del mundo, existe un alto riesgo de que actúen como reservorios de enfermedades. Además, cuestionó la idoneidad de realizar cuarentenas en lugares que forman parte del hábitat de la especie, argumentando que esto podría exponer a la población nativa a un riesgo innecesario.
Carencia de estudios genéticos: No se han realizado estudios genéticos exhaustivos, especialmente en el sector noroeste donde se encuentra la Reserva Natural Barba Azul de Asociación Armonía, que es la área que contiene la mayor población de esta especie. La falta de información genética es un vacío crítico que podría llevar a problemas de consanguinidad o la introducción de genes no adecuados para la supervivencia de la especie en su hábitat natural.
“Entre las preocupaciones mayores que se ve es la liberación de posibles crías, siendo que no se ha tenido un adecuado estudio genético de estos individuos y pudiendo traer consigo enfermedades a las poblaciones nativas y siendo muy riesgoso para la supervivencia de las poblaciones de la paraba en su hábitat natural. (…) Es una pena que se hayan repatriando a estos individuos sin ninguna estrategia nacional y muchos más a la zona donde se encuentra una de las dos poblaciones conocidas, de esta tan emblemática especie para el país, siendo que se han venido trabajando ya hace años con la conservación in-situ y con la colaboración de diversos actores que trabajan en pro de la conversación de la Paraba Barba Azul”, aseguró Miguel Ángel Aponte, biólogo con más 13 años de experiencia en inventarios y manejo de fauna, con énfasis en aves.
Al contrario, Ibañez aseguró que se recibe un recurso genético en recuperación. «Hay que ser muy claros, estos animales están improntados, es decir civilizados, éstos no pueden ir a la naturaleza, estos van a ser reinsertados al medio, se van a reproducir y sus hijos mediante un proceso sanitario y educación van a ser soltados a la naturaleza en base a un estudio genético que se ha hecho para poder evitar la consanguineidad genética entre los individuos que están en la naturaleza”, agregó Ibañez.
Crecimiento poblacional de la especie: El incremento constante en la población de la especie, resultado de acciones directas e indirectas realizadas por la Asociación Armonía y Loro Parque Fundación/Aves Bolivianas como la protección de sitios vitales de alimentación y reproducción, el nacimiento de 128 pichones en nidos artificiales colocados en sus hábitat natural y con una manipulación casi nula humana, la promoción de prácticas ganaderas ambientales y sostenibles para preservar las llanuras de Moxos y la ejecución de diversas iniciativas de comunicación y educación ambiental como las plumas artificiales para los macheteros, plantea la necesidad de revisar la urgencia de proceder con la repatriación.
“Este enfoque debería ser considerado sólo como último recurso, a implementarse únicamente si otras estrategias de conservación han fracasado o se han vuelto insostenibles”, sostuvo Tjalle Boorsma, director de Proyectos de Conservación de la Asociación Armonía.
Altos costos: Los recursos financieros destinados a la repatriación podrían tener un mayor impacto si se invierten en estrategias de conservación probadas, como la protección y expansión de hábitats naturales o el fomento de prácticas de ganadería sostenible. Estas iniciativas ya han demostrado ser efectivas y deberían priorizarse frente a esfuerzos costosos y riesgosos.
“Después de la destrucción de su hábitat, la segunda amenaza más grande para la Paraba Barba Azul es la liberación de individuos criados en cautiverio, poniendo en riesgo la población silvestre”, agregó Boorsma.
Frente a estos desafíos, Rodríguez propone un enfoque coordinado y basado en evidencia científica para la conservación de la Paraba Barba Azul. Para ello la creación de un Plan de Acción de la Paraba Barba Azul conjunto, en colaboración con autoridades gubernamentales, expertos locales e internacionales, así como la inclusión de las instituciones involucradas en la conservación de esta especie. Este plan debe estar fundamentado en una sólida base científica que defina claramente los pasos a seguir para la conservación efectiva de la Paraba Barba Azul, evitando acciones precipitadas que puedan poner en riesgo su supervivencia.
Asimismo, se propone la creación de un Comité de Expertos encargado de supervisar y evaluar esta repatriación y reintroducción de individuos, garantizando que se cumplan los más altos estándares de seguridad y bienestar animal, incluyendo las ocho Parabas Barba Azul procedentes de un zoológico de Canadá repatriadas a finales de septiembre de 2023, y la llegada prevista de 18 más, provenientes de Estados Unidos e Inglaterra.
Sobre la Paraba Barba Azul
Foto: Dos Parabas Barba Azul sobrevuelan en la Reserva Natural Barba Azul ubicada en Beni. Gerrit Vyn
La Paraba Barba Azul (Ara glaucogularis) es un ave emblemática y endémica de Bolivia, cuya presencia se limita a los Llanos de Moxos, en el departamento de Beni, y enfrenta una situación de crítica amenaza.
Según el único censo poblacional sistemático realizado para esta especie llevado adelante por la Asociación Armonía en 2015 se identificó 455 individuos y basado en el monitoreo de la misma asociación los individuos incrementaron a aproximadamente 600 ejemplares en la actualidad.