En una coyuntura actual donde las decisiones sobre la paternidad suelen ser consideradas en un futuro más lejano, o simplemente no son analizadas, Walter, un joven de 34 años, desafía las convenciones al haber tomado una decisión definitiva a los 33: someterse a una vasectomía.
Aunque inicialmente no estaba en sus planes, Walter se une a la creciente corriente de jóvenes que, de manera consciente, eligen un camino diferente: el de no tener hijos.
A continuación te presentamos la entrevista realizada por LA NUBE:
¿Cuál es tu situación actual?
Hace unos dos años he iniciado un proyecto de vida común con mi pareja, esto implicó que hace un año y unos meses registremos nuestra unión libre. Vivimos juntos, hace un tiempo nos hemos mudado con mis papás y ahora estamos viviendo solos de nuevo, con mi gatita. Es mi bebé hace 12 años.
¿Desde hace cuánto tiempo te surge la idea de hacerte la vasectomía y por qué?
Antes de entrar a la universidad yo quería ser sacerdote, cura, jesuita, y comencé un cursito de noviciado y el motivo por el que me salí es que quería experimentar el amor más grande y ese es el que siente el padre por su hijo, realmente quería ser papá. Sin embargo, por cómo están las condiciones hoy en día -el tema medio ambiental y de que hay muchos niños en el mundo-, y cómo yo me he ido desarrollando y desenvolviendo como persona y profesional, a partir de los 26 me incliné hacia la idea de no ser papá, y ya la decisión de asumir una medida anticonceptiva la tomé a los 29 años.
Y, durante el tiempo que estabas con esa idea, ¿estabas solo?
Cuando comencé a pensar en eso a mis 26 no tenía pareja, cuando decidí que lo quería hacer tampoco tenía, pero todavía no lo había hecho y empecé una relación con una chica y le comenté de principio que no quería ser papá y que quería hacerme la vasectomía, y al final ese fue el motivo por el que terminamos.
Con mi pareja actual nos conocimos y yo le comenté desde un principio, siempre he sido responsable con eso de que yo no quería ser papá y de que en algún momento me iba a hacer la vasectomía, y me dijo ‘está bien, estoy de acuerdo y podemos empezar la relación’. Eso fue antes de empezar la relación, y ya estando en la relación, antes de optar por la medida anticonceptiva, le pregunté de nuevo, porque sabía que a ella le gustaban mucho los niños y ella me dijo: ‘estoy de acuerdo y compartíamos motivos, compartíamos criterios y también metas de vida, y sí ha sido algo que hemos decidido ambos’.
¿Crees que de alguna manera influiste en tu pareja para que se incline por esa decisión o tu pareja ya venía con esa idea de no querer tener hijos?
Lo que he intentado es no tocar mucho el tema porque sabía que generaba discusiones, pero no de un problema de pelea, sino de que ella empiece a cuestionarse incluso lo que ella pensaba. Al final lo de la relación creo que pasa a un segundo plano si es que comienza a alterar sus principios y sueños personales. Sin embargo, mientras íbamos avanzando en la relación, ella fue generando un criterio bien reacio a ser mamá porque estaba pasando momentos de mucho esfuerzo en el trabajo y tenía otras responsabilidades, entonces, allí ella dijo que era muy complicado ser mamá, que implicaba mucho tiempo y por los motivos de siempre, el tema medio ambiental, de que hay muchos niños en el mundo, ella también optó por el “no”.
En la mayoría de los casos es la mujer la que toma o se aplica el método anticonceptivo, en tu caso, ¿por qué fuiste tú quien decidió asumir esta responsabilidad?
El único motivo es porque sé que los métodos anticonceptivos a las mujeres les afecta muchísimo, los definitivos y los temporales, les hace mucho daño, en cambio la vasectomía no hace daño. Entonces, yo decidí tomarla porque no me hacía efecto, era un procedimiento de recuperación muy corto y salvaba de todo es problema a mi pareja.
¿Crees que nunca te vas a arrepentir de esta decisión?
Cuando estábamos discutiendo sobre el tema, una de las cosas que más me movía era la idea de tener una niña que sea igualita a mi pareja y eso me parecía súper tierno, pero siento que el deseo y la satisfacción personal no es suficiente motivo para ser papá, entonces eso lo hemos considerado siempre. Y lo que sí pienso es que si tenemos la capacidad económica vamos a adoptar, y no es necesario que sea un niño que venga de nosotros, sino adoptar un bebé a quien podamos cuidar, proteger, amar y darle una familia y tenerlo en un espectro seguro para el resto de su vida. Entonces no hay caso de que yo me arrepienta, primero me cambiaría de equipo.
¿A qué edad te hiciste la vasectomía y qué mitos has eliminado?
Me hice la vasectomía a los 33. Entre los mitos están que duele mucho, pero en realidad no duele nada, es un dolor de 10 segundos y la recuperación ha sido de dos semanas y de un mes para volver a hacer deporte. Me ha molestado un poco, sólo un día y medio, y es un procedimiento bastante sencillo y que no tiene efectos secundarios.
También dicen que baja tu nivel de testosterona, que te vuelves más femenino, que dejas de tener el mismo rendimiento sexual y físico, pero no es verdad.
En el eco de la revelación de Walter, se cierra un capítulo en la crónica de la juventud moderna y su perspectiva sobre la paternidad. Su decisión de someterse a una vasectomía a los 33 años no solo personifica su singularidad, sino que también destaca la creciente tendencia de una generación que desafía convenciones establecidas.
