Por: Andrea Monasterios
Andrea Monasterios es comunicadora audiovisual y periodista experta en derechos humanos y política social. Investiga sobre medio ambiente y feminismos. Boliviana radicada en Argentina.
Me parece que la fascinación por este personaje “nuevo” de la política recae en una amplia superficialidad de quedarse con la imagen más que con el contenido. A Javier Milei se le atribuye “anarquía y rock” como valores destacados, cuando los anarquistas y rockeros fácilmente podrían despreciarlo. Es más, en las elecciones primarias, PASO, la Libertad Avanza (LLA) usó una canción de rock de la Bersuit Vergarabat, motivo por el cual el autor de la misma terminó denunciandolo por uso indebido de su propiedad intelectual – El tipo que arenga propiedad privada para todos pero que no la respeta.
Los cambios de 360° no existen, porque un cambio de dirección sería a los 180° cosa que no hace. Lo que sí propone implícitamente es romper todo consenso democrático que se logró después de la época más oscura de la historia argentina, la de la dictadura de los 70. Claro que como bolivianos, que no tenemos un ejercicio sobre la memoria de la dictadura promovida por el plan Cóndor en Latinoamérica, poco podemos entender lo que implica esto.
Y precisamente personajes que respaldan a LLA, como Banegas Lynch (padre, hijo, nieto), son los mismos que apoyaron la dictadura de terror que desapareció a 30000 personas. O Martinez de Hoz, ministro de Videla (dictador argentino) cuyo modelo económico lo tomó Menem y Cavallo y luego Macri, (expresidentes de Argentina) y ahora Milei va más allá de eso, incluso habla del “derecho a morir de hambre”. Además, el candidato por LLA toma las mismas palabras de Massera al referirse como “excesos” a las crueles torturas de la dictadura como anestesiar gente viva para tirarlas de un avión al mar o el robo y apropiación de niños nacidos en los centros clandestinos de detención.
Pero para no ir tan atrás, en la década de los 90 los mismos funcionarios e ideólogos del desastre que significó para Argentina el 2001, son los mismos personajes que Milei trae a su gabinete, como Roque Fernández y Carlos Rodríguez.
Y para hablar del presente, tras obtener el segundo lugar en las elecciones del 22 de octubre, Milei le abre las puertas a Patricia Bullrich, quien incluso lo había denunciado penalmente por haberle dicho “tirabombas” y obviamente que el armador de todo esto fue Mauricio Macri, quien dio su apoyo incondicional al candidato presidencial. ¿Pero, acaso la consigna de LLA desde su inicio no fue “acabar con toda la casta”? ¿No negaba rotundamente cualquier tipo de alianza con los políticos establecidos, como Macri?
Nena ¿de qué cambio me hablas si son los mismos de siempre?
Imaginate que un grito de guerra sea el que defina el futuro de un país, luego estamos llorando por Ucrania, o por Israel, ah pero que venga uno a dar gritos de guerra está bien “porque me gusta su postura ideológica”. Me parece una falta de respeto.
¿Será que necesitamos a alguien así? la respuesta es un contundente no. Eso no significa que los candidatos políticos actuales, de cualquier ideología en Argentina, o en Latinoamérica si lo ampliamos más, sean la panacea. En un momento de descontento significativo de la política, no va a ser mejor alguien solo por ser un ‘outsider’ como se caracteriza Milei.
Un ‘outsider’ que necesitó mucho del dinero del Estado para hacer su campaña política, por cierto. Cuyos votantes piensan que vuelve el 1 a 1, que la dolarización es la salida cuando el mismo FMI dice que no sirve, o que no tienen problema en hablar de “matar, exterminar, estallar” todo lo que no se parezca a ellos, con fuertes mensajes de odio, cuya bandera principal es la violencia.
Milei junto con su partido, se pintan como salvadores, siendo que están involucrados en estafas piramidales. Él quiere llegar a ser como Alemania, cuando en Alemania sería encarcelado por su discurso negacionista de la dictadura. Además, que también niega la crisis climática como si de un “invento del marxismo cultural” se tratase. Porque como todo está a la venta, niños, órganos, el mar, que el río esté protegido es una inconveniencia para lucrar con todo lo que se pueda.
Debió quedarse nomás como el General AnCap porque el papel lamentable que hace como político no resiste el archivo. En cuestión de horas se convirtió en todo lo que criticaba, repartiendo gritos e insultos como si de una competencia de quién es el más inestable emocionalmente se tratase. A Milei le encanta verse como un león, pero terminó siendo un gatito mimoso del poder de siempre.
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