Portada: Imagen referencial. Árboles talados en el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu. Foto: Gabriel Díez, 2022.
Si sólo tienes un par de minutos para leer, aquí te resumimos los puntos más importantes de esta nota:
- Las regiones más afectadas por pérdida de bosques en Bolivia son la Chiquitanía, el bosque húmedo amazónico y el Chaco, según Global Forest Watch (GFW).
- Los departamentos que pierden históricamente más árboles son Santa Cruz y Beni (GFW).
- Bolivia ocupó en 2022, por tercer año consecutivo, el tercer lugar a nivel mundial en perder bosque primario tropical (GFW).
- En 2022 hubo un aumento del 15% de autorizaciones de desmonte en relación a 2021, según un cálculo de la organización Fundación Amigos de la Naturaleza.
Bolivia fue el tercer país del mundo que perdió más bosque primario tropical en 2022 y es el tercer año consecutivo que ocupa esa posición, según un reporte de Global Forest Watch (GFW), plataforma del World Resources Institute. La lista está encabezada por Brasil y la República Democrática del Congo. Sumado a ello, el país está en segundo lugar respecto al aumento de la tasa (59%) de pérdida de bosque primario en los últimos años, solo después de Ghana (71%).
En una conferencia de prensa conjunta, en formato webinar, la directora del GFW, Mikaela Weisse, la directora de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), Natalia Calderón, y el líder indígena Mauricio Tomichá, de Palmarito de la Frontera, perteneciente al Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC) Monte Verde (Santa Cruz), expusieron el 25 de julio de 2023 datos y comentaron la situación de los bosques bolivianos.
“Es el tercer año (2022) que Bolivia ha superado a Indonesia en ese tercer lugar. Indonesia, históricamente, tenía mucha más pérdida (de bosques); pero ahora está Bolivia. Y Bolivia recibe mucho menos atención a nivel internacional que países como Indonesia, Perú y Colombia y otros en la región”, remarcó Weisse. Añadió que “de lejos”, Bolivia es el país con mayor pérdida de bosque primario per cápita a nivel mundial.
A través del uso de imágenes satelitales, GFW hace seguimiento permanente a los bosques en distintas partes del mundo. Desde 2001 trabajan mapeando, con la Universidad de Maryland, los cambios en cobertura arbórea en ejemplares de más de cinco metros de altura. Weisse explicó que sus mediciones solo incluyen datos de pérdida de cobertura boscosa sin diferenciar ni identificar si se trata de causas naturales o deforestación generada por la mano del hombre.
En una aproximación a los lugares en los que se registraron más pérdidas, la tendencia marca: la Chiquitanía, el bosque húmedo amazónico y el Chaco, en ese orden. Solo en 2019, cuando hubo un “mega incendio” en la región chaqueña de Ñembi Guasu, esa área superó en estadísticas la pérdida de bosques en la parte chiquitana y amazónica. Según la información de GFW, los departamentos históricamente más afectados con la disminución de bosques son Santa Cruz y Beni.
Respecto a las causas identificadas para explicar este fenómeno, Calderón afirmó que la expansión del sector agropecuario es uno de los principales factores. Según datos de la FAN, hubo un incremento de casi cuatro veces el área agropecuaria en Bolivia desde 1985 hasta 2021. No obstante, explicó que para hacer una distinción específica entre agroindustria, principalmente soyera, ganadería y otros usos, habría que hacer un trabajo más detallado.
“Un dato importante tiene que ver con los datos oficiales que la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierras ha publicado en su Informe de Rendición de cuentas final. El año 2022, según su informe, se han autorizado 215 mil hectáreas bajo permiso de desmonte. Eso significa un incremento del 15% respecto a 2021”. ¿Dónde se han otorgado esos permisos? “56% en predios privados, 35% en comunidades campesinas y 9% en comunidades indígenas”, desglosó Calderón.
Respecto a los municipios con mayor deforestación en 2022, cinco concentran el 41%, según la FAN. Se trata de San Ignacio de Velasco, Charagua, Pailón, Concepción y San José de Chiquitos, todos pertenecientes al departamento de Santa Cruz. Como añadido, en esos lugares, comentó Calderón, hay una exposición climática, actual y proyectada, desfavorable; con disminución de lluvias e incremento de temperaturas. Esas condiciones, añadió, pueden representar el aumento de riesgo de incendios forestales y la dificultad para controlarlos.
Finalmente, Tomichá expresó su preocupación por la permanente pérdida de bosques en diferentes regiones de Bolivia. “Nosotros, como pueblos indígenas siempre hemos protegido nuestros bosques, también hemos convivido con la naturaleza. Y estamos sufriendo efectos y grandes cambios en nuestras comunidades, más aún con la expansión de la frontera agrícola, y con desmontes”, dijo.