Esta investigación fue realizada en el marco del Fondo Concursable Spotlight XII de Apoyo a la Investigación Periodística en los Medios de Comunicación que impulsa la Fundación Para el Periodismo.
Por Sergio Mendoza y Aitana Zoe
Diseño: Valeria Torrico
Casi nadie se anima a hablar, a contar lo que ocurre una vez que se ponen el uniforme y se alistan para trabajar por 12 o 24 horas seguidas, por un sueldo que a veces ni siquiera llega al mínimo nacional. Tienen miedo porque están bajo vigilancia constante con cámaras de seguridad, y porque saben que si sus superiores se enteran de alguna queja suya perderán su trabajo.
Por eso prefieren callar los descuentos arbitrarios, que trabajan sin contrato, que no se les paga el sueldo completo, que les retienen los documentos personales, que no reciben los beneficios que establece la norma o que les obligan a quedarse horas extras sin paga. Pero hay algunos se atreven, bajo condición de anonimato.
Uno de ellos pertenecía a la empresa Lion Shield y ahora recuerda que para cumplir con su horario de 12 horas despertaba a las 4:00, llegaba antes de las 7:00 y se quedaba hasta después de las 19:00. Al medio día tenía 30 minutos para almorzar. Así de lunes a sábado, un total de 72 horas semanales. Se cansó del trabajo y se fue sin que le pagaran su sueldo completo.
Los turnos de 24 horas son un día sí y otro no, incluso fines de semana y feriados, entre 72 y 96 horas semanales de trabajo para recibir, con suerte, el salario mínimo: Bs 2.164. “En tu descanso perdías todo el medio día, y si estabas muy cansado perdías todo el día y después otra vez a entrar por 24 horas”, dijo el exguardia de Lion Shield.
A él le permitían dormir tres horas por la noche. Otros tienen menos suerte, un guardia de la empresa de seguridad Trujillo contó que si hacían un buen trabajo les permitían dormir por dos horas, si no, debían quedarse despiertos hasta el amanecer.
“Cada hora debemos sacar una foto y enviar a los grupos de WhatsApp de la empresa. Si estás sentado o cabeceando inmediatamente suena tu celular corporativo porque te han visto por las cámaras”, contó un guardia de la empresa Gutiérrez Operaciones & Seguridad Pinedo (GOSP LTDA).
Historias similares se repiten con guardias de diferentes empresas de seguridad con algunas variaciones. Conversamos con trabajadores de al menos cinco de éstas, cuatro ubicadas en La Paz y una en Santa Cruz: Nitro, GOSP LTDA, Seguribol, Trujillo y Lion Shield Las que suman más denuncias y las que más difíciles han sido de contactar son GOSP LTDA y Seguribol. Pero esta investigación, más que exponer a empresas específicas, describe un rubro ignorado y en el cual los abusos son el pan de cada día.
Ganas el mínimo, si es que no te descuentan
Los entrevistados señalaron que es usual que la primera semana de trabajo no les paguen porque están “a prueba”. Después el sueldo rara vez lo reciben a tiempo, lo común es que se les pague a mediados de mes y si salen de la empresa a fin de mes es probable que no reciban el sueldo completo.
“Yo me salí mientras me debían un mes y medio de sueldo y hasta ahora que ya han pasado varios meses no me han pagado”, relató un exguadia de Lion Shield.
Otro empleado de GOSP contó que le ofrecieron un sueldo de Bs 2.300, pero nunca le pagaron más de Bs 2.100 por trabajar en turnos de 12 y 24 horas. Dijo que hay quienes trabajan menos, por ocho horas, pero el sueldo es sólo de Bs 1.700.
Las empresas reciben entre Bs 3.500 y Bs 4.500 por cada guardia de seguridad, de acuerdo a documentación obtenida por La Nube y declaraciones de personas del rubro.
Los beneficios como seguro médico, aportes para jubilación, aguinaldo, bonos y vacaciones no son frecuentes en estos puestos; ni siquiera es común recibir un sueldo completo debido a los descuentos.
En un documento de la empresa Seguribol, difundido en redes sociales y dirigido a un guardia, se señala un descuento de Bs 236 (el 11% de su salario) por llegar tarde 15 minutos “sin justificación”, y no realizar dos reportes. Los montos con los que se quedan los guardias de seguridad poco a poco son más precarios.
“Una vez recibí sólo Bs 1.300”, contó un guardia de GOSP. “No hay parámetros para los descuentos, es lo que se le cante al administrador y si reclamas directamente te despiden”.
En el caso de esta empresa, en los días de paga es raro ver a alguien contento, dijo uno de los guardias. “Todos salen tristes porque siempre les descuentan 400 o 600 bolivianos, lo que le da la gana al dueño. Si reclamas te dicen: ‘¿quiéres trabajar o no?, si no quieres avísame para que avise a otros que sí quieren trabajar’.
Lo que estas empresas buscan es que cometas un error para descontarte y así obtener más ganancias, añadió un guardia de Seguribol.
“Si te descuentan 100 bolivianos es jodido, porque tú ya proyectas para tu pasaje y comida y para todo, si te descuentan ya no sabes qué hacer”, relató el exguardia de Lion Shield. Añadió que el monto de los descuentos son arbitrarios y que después de cometida una falta, aparte del descuento, el despido es inmediato.
Los descuentos vienen por retrasos, por alguna falla en el uniforme, por no hacer algún reporte, por conversar con alguna persona del público, por cursos de capacitación, y otras excusas.
Otro de los abusos es la retención de documentos personales originales. En el caso de los varones es la libreta de servicio militar, y en el de mujeres el título de bachiller. Los empleadores toman estos documentos como “garantía” de que los nuevos guardias no desaparecerán con el equipo entregado; sin embargo, se han dado casos en los que estos papeles no son devueltos inclusos meses después de que los guardias dejan el puesto y devuelven todos sus implementos.
El Ministerio de Trabajo y la ley para los que tienen suerte
Entre los documentos que las empresas deben presentar para ser legales ante el Departamento Nacional de Autorización y Control de Empresas Privadas de Vigilancia (DENACEV) están su inscripción como empleador ante el Ministerio de Trabajo, las Administradoras del Fondo de Pensiones, y la Caja Nacional de Salud u otra institución de similar; pero estos documentos poco representan, pues los guardias en su mayoría no perciben estos beneficios.
El Ministerio de Trabajo tiene la misión de velar porque no existan abusos hacia los trabajadores. Pero en el caso de la seguridad privada no cumple este rol a cabalidad.
“Yo fui a reclamar, pero me dijeron que como no tengo contrato no pueden hacer nada”, relató un exguardia de GOSP, a quien como a muchos otros no le pagaron su último sueldo completo.
Es bastante frecuente que los guardias no firmen un contrato, o si lo firman no reciban una copia. Guardias de Trujillo, Seguribol y GOSP coincidieron con este extremo.
Sin embargo, el abogado laboralista Édgar Arraya manifestó que no hay necesidad de un contrato escrito, y que basta uno verbal, para que el Ministerio de Trabajo actúe en protección de los guardias, quienes por las circunstancias de su empleo sí se encuentran protegidos bajo la Ley General del Trabajo.
Arraya explicó que, conforme a ley, los guardias deberían recibir más dinero por las horas extra que trabajan, así como por sus turnos en fin de semana y feriados. De igual forma no deberían ser sujetos a los descuentos y otros abusos cometidos contra sus personas; pero la realidad es otra y “claramente se observan abusos laborales”, concluyó.
Pese a los constantes intentos por obtener una posición oficial del Ministerio de Trabajo sobre esta realidad de explotación en el ámbito de la seguridad privada, hasta el momento de la publicación de este reportaje, no se obtuvo una respuesta.
Lo que sí, al consultar a una inspectora laboral sobre las condiciones de trabajo de los guardias de seguridad privada, se recibió una respuesta bastante similar a la que los propietarios de estas empresas dan a sus empleados cuando éstos reclaman: “Depende de ti si aceptas condiciones que están fuera de la ley, si tú no estás de acuerdo no tomas el trabajo”, dijo la inspectora laboral. Pero cuando la necesidad apremia, a veces no queda otro camino.
La Defensoría del Pueblo es otra institución que puede actuar en estos casos; pero de acuerdo a los registros compartidos con La Nube las denuncias son escasas. Entre 2019 y marzo del 2022 recibió en La Paz y El Alto sólo ocho denuncias contra empresas de seguridad, una en El Alto y siete en La Paz. “De la revisión de los casos se advierte que dichas denuncias corresponden al no pago de salarios y beneficios sociales, además de suspensiones de contratos y o despidos”.
La Nube intentó conversar con los representantes de cada una de las empresas mencionadas en este reportaje; pero de las mencionadas la única que aceptó una entrevista fue Seguridad Integral Trujillo, a través de su gerente general Óscar Trujillo, quien aseguró que en su empresa se cumplen todas las normas laborales y no se genera ningún tipo de abuso.
Contrario a todo lo que señalaron algunos guardias con los que este medio conversó, Trujillo aseguró que todo su personal cuenta con contrato y reciben todos los beneficios de ley. Dijo que los descuentos son justificados en caso de que se ocasione una pérdida a la empresa. Que los sueldos oscilan entre el mínimo y los Bs 2.400 para quienes trabajan 48, 72 o incluso más horas a la semana; pero que en caso de feriados se da un pago extra. Mientras la empresa recibe entre Bs 3.200 y Bs 5.500 por cada guardia, según el servicio demandado.
“El lobo siempre va a ser el malo si sólo escuchamos la versión de la caperucita. Quiero ser claro en esto, ninguna empresa de seguridad es abusiva, ninguna empresa de seguridad es explotadora. Todas las denuncias son hechas por malos funcionarios”, enfatizó Trujillo.
Los administradores de empresas como Lion Shield, Nitro y Seguribol no atendieron a las peticiones de información de este medio. En el caso de GOSP los mismos no pudieron ser hallados ni en sus oficinas ni en los números de teléfonos que figuran en sus redes sociales.
Representante de empresas: «En una competencia desleal los que cobran menos ganan contratos a costa de la explotación de sus guardias«
La presidenta de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada de La Paz, Delina Rodríguez, explicó que en la actualidad se vive un panorama de competencia desleal que arrincona a aquellas empresas que intentan cumplir con las normas laborales.
La sociedad en general e incluso las instituciones del Estado prefieren contratar a empresas que cobran menos, sin importarles que ese dinero que paguen probablemente no sea suficiente para pagar siquiera un salario mínimo a los guardias, y que los administradores acudirán a los descuentos injustificados e impacto de salarios para generar y aumentar sus ganancias, dijo Rodríguez.
De esta manera, ella, quien también es propietaria de la empresa Huáscar, reconoció que existen abusos laborales contra los guardias, quienes están desprotegidos.
La representante planteó que se debería obligar a toda empresa de seguridad a afiliarse a la asociación antes de buscar conseguir una licencia del DENACEV. “Si todas estamos asociadas hay más oportunidades de regularnos entre nosotros y así evitar que algunos cobren menos para ganar contratos a costa del trato a su personal”.