Claudia Terán

Claudia Terán, responsable de Formación y Litigio Estratégico de UNITAS. Foto: La Nube.

¿Cuánto afecta a la democracia el agredir a un periodista?

Hay un vínculo casi genético entre la democracia y la libertad de expresión, según el criterio de la responsable de Formación y Litigio Estratégico de UNITAS, Claudia Terán, quien explica cuánto afecta a la primera el que un periodista sea agredido o amedrentado en su labor de informar a la población.

Bajo su explicación, la libertad de expresión es un derecho fundamentalismo de las personas, pues cuenta con dos dimensiones: una individual y otra social. La primera permite a toda persona expresarse libremente y la segunda funciona como un “potencializador” de otros derechos como la educación o la participación, en la que el ser humano recibe y promueve el debate de ideas con el otro, una condición primordial para la democracia.

Bajo esta lógica, es el periodista quien acciona la libertad de expresión a través de la búsqueda y difusión de información u opiniones, lo que da pie a la libertad de prensa. “Si entendemos la libertad de expresión como el derecho que tienen las personas, las sociedades de recibir, buscar y difundir la información, pues el periodismo es quien se ocupa sobre todo de la segunda y tercera parte, o sea, de buscar y difundir la información y esa relación, pues, hace que en la medida que esa libertad de prensa esté garantizada, la democracia se robustece y se enriquece”, explicó.

Una agresión a un periodista provoca que se atente a la libertad de expresión en sus dos dimensiones, primero al atentar al derecho individual del periodista, pero sobre todo a la dimensión social, al privar a la sociedad de recibir una información. “Se está atentando o vulnerando la libertad de expresión en su sentido más amplio. No deberíamos ver la libertad de prensa en concreto como un privilegio o un derecho de solo el periodismo, sino más bien como un derecho de la sociedad, porque a través de este derecho y de esta libertad es que las democracias se fundamentan y se potencian”, precisó. 

En torno a las cifras que UNITAS maneja sobre vulneraciones a la libertad de prensa, Terán precisa que, según estándares internacionales, a mayor impunidad en los casos de criminalización o ataques a periodistas, el efecto próximo es más acallamiento de voces. De ahí que, comentó, es importante adoptar medidas de protección para periodistas, además de medidas de investigación, sanción y procuración de justicia.

Desde el lado periodístico, menciona, es menester que los periodistas comiencen a reconocerse como sujetos de derechos, esto para conocer la implicancia de su rol, del valor de articularse y también de asumir estrategias que permitan defenderse ante determinadas acciones. 

Mencionó que, si bien no es el único camino, activar mecanismos de defensa ante los sistemas internacionales de protección de derechos, como el sistema interamericano, permitirían no sólo sentar un precedente en un caso de agresión u otro tipo de vulneración hacia el ejercicio periodístico, sino generar una repercusión más estructural para favorecer a la labor de las y los periodistas. 

Esta investigación fue realizada con el apoyo del Fondo Concursable de la Fundación para el Periodismo (FPP) en el marco del proyecto Red de Apoyo y Protección a Periodistas (RAPP), con el respaldo The Global Media Defence Fund – UNESCO.