El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) advirtió que existe incertidumbre en el desarrollo de la industria del litio, desde el funcionamiento mismo de la tecnología implementada hasta el impacto ambiental en los recursos hídricos de la región.
«La incerdiumbre cubre todos los aspectos de esta nueva industria. Las únicas certezas que presenta el proyecto son la renuncia a la anunciada soberanía tecnológica en este sector y la dependencia de la tecnología extranjera», señaló la institución a través de una nota de prensa.
Se tienen dudas sobre la provisión de materia prima y de gas natural como combustible para el funcionamiento de las plantas industriales que se pretenden construir, considerando el declive de la producción gasífera y la demora en la obtención de litio en bruto.
Asimismo, existen dudas sobre el funcionamiento de la tecnología seleccionada, el marco legal con el que se desarrolla la industria y bajo el cual se suscribieron convenios con empresas de China y Rusia, y la «subordinación» tecnológica a empresas extranjeras.
Con relación al tema ambiental, la organización sin fines de lucro advirtió que no «se cumplen los lineamientos de cuidado del medioambiente», como la construcción de plantas y psicinas fuera del salar (las que se hicieron están dentro), «el bombeo de salmuera por ductos, el revestimiento de todas las pisicinas con geomembranas y el uso de agua salada para minimiziar el empleo de agua dulce».
El CEDLA señaló que el funcionamiento de la planta industrial de carbonato de litio, inaugurada en diciembre de 2023, demanda 350.000 litros de agua al día, lo cual «pondrá más presión sobre los recursos hídricos del sudoeste potosino, de los que ya dependen la minería a gran escala y la producción agrícola de esa región».