Si sólo tienes un par de minutos para leer, aquí te resumimos los puntos más importantes de esta nota:
- Al menos 200 dirigentes de pueblos indígenas bolivianos piden al gobierno de Luis Arce frenar el “etnocidio” cometido día tras día por las empresas chinas que extraen oro y contaminan el medio ambiente.
- El pueblo Tacana protesta contra el Gobierno porque aún no frenó las operaciones de 546 dragas chinas que trabajan en el río Madre de Dios. Piden la expulsión de las empresas asiáticas.
- Una asambleísta denuncia el decadente estado de salud de los indígenas debido al consumo de agua contaminada y pescados envenenados con mercurio, producto de la minería aurífera en el norte boliviano.

En una asamblea indígena, alrededor de 200 dirigentes determinaron exigir al gobierno de Luis Arce Catacora el retiro de las empresas chinas que explotan oro en Bolivia, de acuerdo con Infobae.
Hace tres semanas, el Ministerio de Defensa junto con la Policía realizaron un operativo en el que hicieron explotar al menos 27 dragas que operaban en el río Madre de Dios y se aprehendió a 57 bolivianos, situación que causó el descontento del pueblo indígena tacana que reclama que se actúe de esa manera con los connacionales y no con las empresas chinas.
Aseguraron que los bolivianos usan cedazos fabricados por ellos mismos, con raíces; mientras que los chinos operan con grandes dragas, además de desechar importantes cantidades de mercurio a las aguas.
En el Foro Social Panamazónico (Fospa) realizado en Rurrenabaque, Beni, la dirigente de la Central de Mujeres Indígenas, Graciela Céspedes, informó que todos los días sufren la violación a sus derechos. Además, le recordó al Gobierno que los pueblos indígenas están amparados bajo los artículos 30 y 31 de la Constitución Política del Estado (CPE).
“Como indígenas reclamamos nuestros derechos. Queremos que nos dejen vivir sin violencia, sin violación, ¡basta ya! Están aprobando leyes para la explotación minera ilegal. ¿Por qué no quieren que vivamos?”, sostuvo.
Los indígenas, tras su reunión, emitieron un documento en el que denunciaron que la Amazonía vive una emergencia climática. Además, señalaron que Bolivia es el tercer país del mundo con más pérdidas de bosques primarios debido a actividades extractivistas.
Por otro lado, pidieron que se modifique la Ley Minera, toda vez que atenta contra la naturaleza y los pueblos; y, a su vez, que eliminen cualquier autorización de la actividad minera en áreas protegidas.
Exigen que se reconozca a los ríos Beni, Tucabaca y Tuichi, así como a las cuencas, ríos, lagunas y vertientes de tierras altas y bajas, como sujetos de derechos, por lo que se deberá respetarlos y resguardarlos junto con la flora y fauna.
Los indígenas quieren vivir libres de contaminación en un entorno propicio, digno y seguro, sin afectación de las actividades extractivistas, los megaproyectos hidroeléctricos y otros.
Finalmente, la asambleísta de la alianza Por el Bien Común Somos Pueblo (PBCSP), María Esther Góngora, denunció que además de las barcazas chinas, hay barcazas colombianas que contaminan con mercurio, diésel y otros aceites las aguas que son fuente de vida de las comunidades indígenas del norte de Bolivia. “Los niños están tomando esa agua del río porque no cuentan con agua potable”, puntualizó.