Por José Carlos Solón
El proyecto de extracción directa de litio que actualmente está en el debate de la Asamblea Legislativa Plurinacional parece una apuesta ambiciosa; pero ¿es realmente viable o se está vendiendo un sueño caro? El presupuesto total proyectado para dicho proyecto es la considerable suma de 975,85 millones de dólares. Según los informes del Ministerio de Hidrocarburos y la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos, que forman parte del documento de contrato, la planta tendría una capacidad de producción de 14.000 toneladas de carbonato de litio al año después de 30 meses. Prometedor, sin embargo, «no todo lo que brilla es oro»… o, en este caso, litio.
Si hacemos las matemáticas de acuerdo con los ingresos estimados por las autoridades, los números parecen de ensueño: 415 millones de dólares de ingresos anuales. Dividiendo esta cifra entre la producción máxima de la planta, nos da un precio estimado de 29.642,86 dólares por tonelada de litio. Es un cálculo simple, pero revela un problema serio: el precio de venta por tonelada es poco realista, puesto que el litio actualmente ronda los 10.000 dólares por tonelada en el mercado internacional. Entonces, alguien tiene una fórmula secreta para triplicar el valor de mercado, o se ha hecho un cálculo excesivamente optimista e irreal.
Para poner esto en contexto, en 2021 y principios de 2022, los precios del litio se dispararon y superaron los 80.000 dólares por tonelada. Sin embargo, esta burbuja estalló tan rápido como se infló, y para noviembre de 2022 los precios comenzaron una tendencia descendente hasta estabilizarse en torno a los 10.000 dólares por tonelada, donde se mantienen actualmente. La industria global tiene proyecciones mixtas: algunos analistas estiman que el precio podría alcanzar los 17.500 dólares por tonelada hacia 2028, pero, seamos honestos, eso está lejos de los casi 30.000 dólares que este proyecto presupone como punto de equilibrio.
¿Qué significa todo esto para el proyecto? Invertir casi mil millones de dólares con la expectativa de que el precio internacional del litio se triplique es un riesgo con potenciales consecuencias negativas. Más que apoyarse en escenarios tan optimistas, sería prudente que el documento enviado a la Asamblea sea complementado con todos los detalles posibles, puesto que no se detallan los costos de operación y mantenimiento (OPEX), ni el flujo de caja, las depreciaciones, ni las condiciones para amortizar la inversión.
En una entrevista con Bolivia TV, el presidente de YLB, Omar Alarcón arrojó algo de luz sobre algunos aspectos ausentes en el contrato, indicando que el costo de operación y mantenimiento podría oscilar entre 4.000 y 8.000 dólares por tonelada de carbonato de litio. Este rango es alarmante, ya que, con los precios actuales de 10.000 dólares por tonelada, entre el 40% y el 80% de los ingresos serían absorbidos por estos costos, que además serán manejados por la empresa rusa. La pregunta clave sigue siendo: ¿cuáles son los análisis, proyecciones y escenarios del precio del litio grado batería que está utilizando YLB para justificar este proyecto?
Finalmente, el presidente Luis Arce Catacora ha anunciado su intención de enviar un segundo contrato a la Asamblea, esta vez con la empresa china CITIC, que trabajará en el norte del Salar de Uyuni, cerca de la comunidad Nueva Esperanza en el Ayllu Coroma. No obstante, persiste la duda: ¿este nuevo contrato con CITIC también presentará los mismos vacíos que el acuerdo actual con Uranium One Group?