El biólogo especialista en murciélagos, Luis Fernando Aguirre, quien ha dedicado su vida profesional al estudio de estos mamíferos, compartió recientemente su pasión y experiencia en una entrevista. Enfatizó en la importancia de incluir a los murciélagos en las Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) para la conservación de la biodiversidad.
Desde muy joven, Aguirre quedó cautivado por los murciélagos y, a lo largo de su carrera, ha descubierto el papel fundamental que desempeñan estos animales en los ecosistemas naturales y los beneficios que aportan a los seres humanos. “Son increíblemente importantes en la polinización de más de 300 millones de plantas, la dispersión de semillas de más de 500 especies de plantas y el control de plagas de insectos. Casi el 70% de los murciélagos en todo el mundo son insectívoros y algunos pueden comer aproximadamente 300 insectos individuales por hora”, afirmó Aguirre. Por ejemplo, el gusano cogollero del maíz, que causa importantes pérdidas agrícolas, es una larva que, cuando crece y madura, se convierte en polilla. Muchos murciélagos insectívoros se alimentan de estas polillas, lo que reduce la aparición de gusanos cogolleros del maíz, lo que beneficia sustancialmente la productividad agrícola y los medios de vida de los agricultores. Un murciélago puede comer entre 150 y 200 polillas por noche. Si no existieran estos murciélagos, habría muchos más de estos insectos”, afirma.
En Bolivia, donde Aguirre lleva a cabo su investigación, los murciélagos desempeñan un papel crucial en el control de plagas agrícolas y en la reducción de la población de mosquitos transmisores de enfermedades. Por ello, promover la conservación de estos mamíferos y su inclusión en las ACB es de suma importancia.
Aguirre destacó la importancia de incorporar a los murciélagos en las ACB, ya que representan una parte sustancial de la fauna y su conservación es esencial para mantener el equilibrio de los ecosistemas. “En lugares tropicales sobre todo, más o menos el 50% de los mamíferos que existen en un lugar son murciélagos. Por lo que la representatividad de los murciélagos es muy alta por sitio”, puntualiza.
Durante la entrevista, Aguirre explicó por qué los murciélagos no habían sido considerados para las ACB en el pasado. Obtener datos cuantitativos precisos sobre los murciélagos ha sido un obstáculo importante para su inclusión en estas áreas de conservación.
En cuanto a la diversidad de murciélagos en Bolivia, Aguirre destacó que el país cuenta con una de las mayores diversidades de especies, con aproximadamente entre 138 y 140 especies. De ellas, 12 están clasificadas en la Lista Roja de Especies Amenazadas, y una especie, el murciélago de nariz de espada de Thomes, se encuentra en peligro de extinción.
El biólogo hizo un llamado público a la protección de los murciélagos y sus hábitats. Señaló que la destrucción del hábitat, el vandalismo en cuevas y la falta de información precisa plantean amenazas importantes para estos mamíferos.
Finalmente, Aguirre enfatizó que la protección de los murciélagos no sólo beneficia a estos animales sino que también tiene un impacto directo en la calidad de vida de las personas al contribuir a la prevención de enfermedades transmitidas por insectos y a mantener el equilibrio de los ecosistemas.
En conmemoración del Día del Murciélago en América Latina y el 25 aniversario del Programa para la Conservación de Murciélagos en Bolivia, que se celebra el 1 de octubre, Aguirre festejó los logros obtenidos en la protección y conocimiento de estos mamíferos a través de la Red Latinoamericana para la Conservación de Murciélagos y alentó a seguir trabajando en la conservación de estas importantes especies para la biodiversidad.