Voces Cautivas, mujeres que se liberan aun en su prisión

«Desde siempre fui soñadora, creaba mundos de fantasía, pues uno de mis miedos más grandes era que me corten las alas o me encierren. Mmm…, ahora que estoy encerrada mi miedo es salir y volar. Pienso que cada miedo es adquirido según las circunstancias de la vida, y al mismo tiempo superado».

Son palabras que escribió no hace mucho una mujer encarcelada. Lo hizo durante una serie de talleres de expresión artística realizados por el colectivo de fotógrafas War-Mi Photo entre febrero y mayo de este año, en cuatro cárceles del eje central de Bolivia. El propósito de estos talleres fue que las privadas de libertad se expresen a través del arte, de la escritura, del dibujo, de sus mismas voces, para así liberarse a pesar del encierro en el que están forzadas a vivir.

«Fueron talleres de expresión artística para hacer catarsis de su situación mental y el hecho de estar permanentemente confinadas. Hicimos esto a través de relatos orales, escritos, dibujos, cartas», explicó Sara Aliaga, representante de War-Mi Photo, colectivo que ganó un concurso para realizar este proyecto denominado Voces Cautivas, el cual tuvo el apoyo de Fundación Imagen, el Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB) y MISEREOR.

Texto escrito por una privada de libertad.

El pasado sábado, 29 de mayo, algunas de las fotógrafas que participaron en Voces Cautivas presentaron los resultados del proyecto de forma pública: una página web donde están alojados los relatos orales, dibujos y textos elaborados por 50 reclusas de las cárceles de Miraflores y Obrajes (La Paz), San Sebastián (Cochabamba) y Palmasola (Santa Cruz), además de un fanzine impreso con las fotografías de algunos de estos trabajos.

El monto total de lo que se recaude por la venta de los fanzines, cuyo costo es de Bs. 50 será entregado en un 100% a las 50 privadas de libertad que participaron de los talleres de expresión artística. Esto es una forma de colaborar con la precaria situación económica en la que se encuentran muchas de ellas dentro las prisiones.

«Justamente vimos ese lado flaco de los recursos. Hay mamás que tienen hijos que están viviendo solos, el Estado no les ayuda, no cuentan con abogados. Es como dicen: la gente de más bajos recursos es la que está en la cárcel», explicó una de las integrantes de War-Mi, Fátima Choque. Las privadas de libertad se han quedado sin la posibilidad de percibir ingresos y en muchos casos no sólo deben velar por ellas, sino también por sus familias.

Fotografía realizada durante el desarrollo del proyecto Voces Cautivas. War-Mi Photo.

¿Culpables o inocentes? Definir esto está en manos de la justicia, una justicia que para bien o para mal tarda o nunca llega para estas personas, condenadas sin sentencia a permenecer cautivas. «Hay que tener en cuenta que la retardación de justicia es un hecho, más para las mujeres que no tienen recursos económicos», apuntó Aliaga.

A la injusticia que vivimos día a día, en los juzgados, por parte de nuestros abogados que sólo nos piden dinero, y no tenemos a quien quejarnos, pues estamos en completa indefensión.

Textual de una privada de libertad.
Puntos de venta

Si quieres colaborar con las 50 reclusas que participaron del proyecto Voces Cautivas puedes comprar un fanzin en alguno de los siguientes puntos:

  • Café Sultana, avenida Ecuador y Belisario Salinas #2496 (La Paz)
  • K’ispiña, tienda de alimentos naturales ubicada en la avenida Sánchez Lima, casi esquina Rosendo Gutiérrez, en el edificio Davinci (La Paz)
  • Icónica, taller de impresiones ubicado en calle Claudio Aliaga #1211, local 3, San Miguel (La Paz)
  • 8B Departamento Cultural, sobre la calle Juan de la Cruz Torrez #1485, zona Muyurina (Cochabamba)
  • Fundación Impulsar, calle Andrés Bello #1 (Sucre)
  • Kiosko, calle Arenales #315, frente a la iglesia San Francisco (Santa Cruz)

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