«No puedes proteger lo que no conoces»: ALWA, turismo sostenible

Reforestación bosquecillo de Auquisamaña

Foto de portada: Yenny Escalante

«La idea es decir a la gente: ‘¡Oye, acá también tienes naturaleza que cuidar!’ A veces la gente en La Paz siente que la naturaleza está lejos, no la asocia con la ciudad, cuando aquí también tenemos problemas ambientales muy graves», explicó Alberto Espinoza tras dos horas de plantar molles en el Bosquecillo de Auquisamaña. Era principios de enero y así comenzaba el año ALWA, un emprendimiento de turismo sostenible iniciado por Alberto, administrador de empresas y amante de las aves.

ALWA, por cierto, significa alba en aymara, ese momento previo a que salga el sol.

El Bosquecillo de Auquisamaña es una las 22 áreas protegidas que existen dentro el municipio de La Paz, las cuales están bajo constante amenaza humana: avasallamientos, desechos de todo tipo, incendios, entre otros. Al llegar allí se puede apreciar que el bosquecillo está rodeado de gris: caminos polvorientos, asentamientos y terrenos listos para construir. Es difícil imaginar que si ésta no fuera un área protegida probablemente no existirían árboles, flores ni arbustos que den cobijo a aves, reptiles, anfibios y mamíferos.

Las áreas verdes no abundan en La Paz y las que existen, en algunos casos, se reducen por la expansión del cemento, el ladrillo y la falta de conciencia medioambiental. Sin embargo, hay quienes se resisten a esta tendencia a través de la reforestación y la revalorización de la naturaleza.

«El objetivo es que la gente de Bolivia conozca su patrimonio. Eso es parte de la sostenibilidad, porque alguien no puede proteger lo que no conoce. Aquí creemos que el turismo es esa herramienta para difundir este conocimiento y enamorarnos más de nuestro propio país», apuntó Espinoza.

ALWA nació en 2019 y tiene entre sus pilares centrales revalorizar la cultura y la naturaleza boliviana. Por eso constantemente realiza actividades como avistamiento de aves, reforestación, tours a sitios icónicos de la ciudad, y más. Recientemente, por ejemplo, organizaron Alasitas desde Casa, con la posibilidad de comprar cóndores y colibríes en miniaturas. En octubre del año pasado organizaron el Primer Tour Virtual Paranormal por La Paz.

Algunas actividades tienen costo y otras, como la de reforestación en Auquisamaña, son gratuitas. Espinoza explicó que solventan algunos gastos de las actividades gratuitas (como la compra de plantines) con fondos conseguidos en sus actividades con costo.

En esa ocasión se plantaron cerca a 60 molles (especie nativa del valle paceño) alrededor de una laguna artificial donde se espera proliferen algunos anfibios. En cinco años los molles podrían medir más de dos metros y convertirse en árboles fuertes que den sombra, cobijo, oxígeno y pinten un paisaje más humano.

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