Open English en la mira, denuncian estafas y experto habla de una conducta abusiva

Open English en la mira, denuncian estafas y experto habla de una conducta abusiva

La popular plataforma en línea para aprender inglés Open English ha sido denunciada por supuestos fraudes por miles de usuarios que señalaron cómo esta empresa, a través de mecanismos digitales, se apropia del dinero de sus cuentas bancarias aún cuando los clientes ya no quieren seguir pasando el curso. Un experto en derechos digitales y ciberseguridad señala que si bien la plataforma podría no estar incurriendo en delitos, sí demuestra un comportamiento abusivo y planificado en países con una legislación débil en cuanto a protección de derechos del usuario.

En dos grupos de Facebook (La Estafa de Open English y Next U La Estafa del Siglo) quienes se inscribieron a este curso y tuvieron la mala experiencia de perder su dinero por cobros automáticos dicen que la única forma de evitar que estos débitos a sus cuentas continúen es anulando la tarjeta bancaria con la que se inscribieron. Aseguran que de poco o nada sirve enviar correos o llamadas pidiendo la terminación del contrato, ya que al final los descuentos se siguen aplicando.

Lena Vargas, de Cochabamba, Bolivia, relata: “Después de un año me debitaron de mi cuenta sin que yo lo haya autorizado, siendo que ya había comunicado que mi hija no pasaba clases. Cuando reclamé me pasaron a muchas personas. Todos me decían que no podían cancelar y menos devolverme mi dinero. Me dijeron que me podían hacer un descuento de las siguientes clases. Lo hacen con miles de latinos y no tenemos dónde reclamar”.

Javier Partido, de España, cuenta a La Nube que cuando intentó averiguar el monto de la inscripción le dijeron que era de 300 euros al mes. Como estaba indeciso le fueron ofreciendo rebajas que llegaban hasta un 60% de descuento. “Acepté, pero la plataforma no era buena. Al final intenté cancelar mi renovación. Intentaron convencerme que no lo deje, pero al final me dijeron que ya cancelaron el curso. Al mes siguiente me cobraron nuevamente. Tuve que cancelar mi tarjeta porque no me fío”.

Jessenia Reyes, que vive en Estados Unidos, también sufrió un trato similar, pero asegura que tuvo más suerte. “A mí no me trataron tan mal como a otras personas que viven en Latinoamérica… sólo me cobraron un mes después de la cancelación, pero a muchos ves que cobran por años”.

¿Un comportamiento planificado?

El experto en derechos digitales y director de la Fundación Internet Bolivia, Cristian León, considera que estos casos no son accidentales, sino parte de un comportamiento “abusivo” y planificado que se aprovecha de los países con una legislación débil en cuanto a protección de derechos del consumidor.

“Sinceramente no creo que sea necesariamente al azar. Estas plataformas aprovechan los vacíos legales para generar estos cobros indebidos”, dice León.

Este especialista añade que a causa de la legislación débil es difícil tipificar estas conductas como “estafa” y peor aún sancionarlas. Las empresas que aplican este tipo de cobros se escudan en las cláusulas de sus contratos y el descuido de sus usuarios, explica.

Informé a tiempo que no deseaba continuar, pero realmente súper arrepentida. Te renuevan automáticamente así tú pases la solicitud de no continuar. Te debitan tu cuenta y cuando dejas tu cuenta en ceros para que no te quiten tu dinero te llaman insistentemente para cobrarte»

Ángela Ballesteros, de Colombia

Un usuario que prefiere mantener su nombre en reserva cuenta a La Nube que, si bien puede tener responsabilidad en no leer todo el contrato, Open English lo engañó con mensajes por correo electrónico y conversaciones con personal de call centers asegurándole que su suscripción había sido cancelada, sólo para seguir con los débitos en los meses siguientes.

Otro usuario, Leonardo Godoy, indica que es prácticamente imposible presentar una denuncia en un país en el que la plataforma no está registrada. “Si usted observa, los países latinos son los más afectados por no contar con un buen respaldo legal de nuestros estados”.

La Nube intentó conocer la posición de Open English a través de uno de sus números de WhatsApp. Una funcionaria de Open English y NexU (ambas empresas creadas por el emprendedor Andrés Moreno), informó el 16 de mayo que la solicitud se enviaría al “área encargada” para atenderla. Posteriormente, el 18 de mayo se recibió un correo electrónico del departamento de Marketing y Relaciones Públicas para atender el requerimiento de una entrevista; pero hasta la fecha de publicación de este artículo la misma no fue agendada.

En una publicación de 2016, Open English se defendió de las acusaciones y señaló que el contrato es bastante claro en cuanto a las cláusulas de renovación y cancelación.  “En todo momento hemos tenido estipulado en nuestros contratos ‘Los Términos y Condiciones’ donde especificamos todos los pasos procedentes para finalizar el curso de forma anticipada o simplemente no tener activa la autorenovación”.

De acuerdo a un contrato firmado entre Open English con uno de sus clientes, al cual accedió este medio, la duración del mismo es “indefinida” y terminará “cuando el usuario lo estime conveniente y notifique con 10 días de anticipación a la Compañía”. Asimismo, se establece que “no habrá lugar a reembolso por las cuotas pagadas al momento de la terminación del contrato”.

Por otro lado, en el documento se asegura que “la Compañía siempre cumplirá con las leyes de protección al consumidor y cualquier otra normativa del país de residencia del Usuario que resulte de aplicación sin perjuicio de la ley que rija el Contrato. Los tribunales del país de residencia del Usuario serán asimismo competentes para resolver los litigios que puedan surgir en relación al presente Contrato”.

Me cobraron clases privadas que nunca pedí. Me descontaron tres meses seguidos. Ese dinero nunca me lo devolvieron, hasta que cancelé mi tarjeta».

Shirley Duarte, de Costa Rica

Los Términos y Condiciones del Uso de la empresa establecen, además, que el usuario del servicio “acepta que se realicen cargos a su tarjeta de crédito o débito o se carguen a su cuenta bancaria las cuotas aplicables”, las cuales, salvo excepciones, no son reembolsables.

La Nube también intentó conversar con algún funcionario del Viceministerio de Defensa al Consumidor en Bolivia para conocer su postura al respecto. De forma extraoficial se indicó que no se tenían reportes sobre estafas contra Open English y que tampoco existe legislación que proteja al usuario frente a malas prácticas de empresas que ofrecen productos y/o servicios digitales con sede en el extranjero. Hasta el cierre de edición no se obtuvo un comentario oficial de esta oficina pública.

¿Qué se puede hacer al respecto?

León recomienda que para eludir este tipo de cobros se debe evitar dejar la tarjeta bancaria registrada en la plataforma en línea o tener un mecanismo de bloqueo de la tarjeta para compras por Internet, el cual puede ser activado mediante la banca móvil o con asistencia de la entidad financiera en la que uno tiene su dinero.

Añade que desde el Estado se puede impulsar legislación que proteja a los usuarios o suscribir convenios multilaterales que faciliten la persecución de ciberdelitos, como el Convenio de Budapest.

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