Emergencia ambiental: cerca de 180 municipios son afectados por la sequía y casi un docena está bajo el agua

Emergencia ambiental: cerca de 180 municipios son afectados por la sequía y casi un docena está bajo el agua
La laguna de Corani en Cochabamba.

Bolivia vive una situación de ambivalencia ambiental que está golpeando con mayor dureza al sector agropecuario, pero que también pone en riesgo el agua para consumo. Según el Viceministerio de Desarrollo Rural y Tierras, son casi 180 municipios afectados por la falta de agua para riego, consumo humano y animal. Mientras que una docena de municipios está bajo el agua. Sólo la gobernación de Santa Cruz reportó, en lo que va de año, más de 7.000 familias damnificadas y que perdieron producciones de soya, maíz y arroz.

Sequía

Noviembre, diciembre y enero son los meses en los que suele llover lo suficiente para llenar los embalses de agua para el consumo en Cochabamba y La Paz, además de otras lagunas y también el lago Titicaca. Sin embargo, las precipitaciones no fueron suficientes, según distintas autoridades que ya comenzaron a elaborar planes de mitigación.

En Cochabamba, el problema del agua para consumo es una constante que no se resolvió ni siquiera con la Guerra del Agua. Las represas de Escalerani, Wara Wara y Misicuni son las principales fuentes para el suministro de este recurso. Sólo las dos primeras tienen una capacidad aproximada de seis millones de metros cúbicos, pero actualmente sólo alcanzaron el millón. Estas tres represas sólo abastecen de agua potable a un 48% de la población en la ciudad capital; el resto debe comprar de cisternas a un precio de siete bolivianos el turril. Los vecinos de la zona sur temen que ese precio se incremente a causa de la sequía.

Pese a que Misicuni tiene mayor embalse, las conexiones para transportar el agua no son suficientes. El gerente del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa), Luis Prudencio, indica que la situación está siendo analizada para elaborar un plan de contingencia.

“El alcalde, Manfred Reyes Villa, nos ha instruido que hagamos una reingeniería de todos los sistemas de distribución para no racionar el agua. Esa es una de las alternativas que hemos visto dentro del plan de contingencia”, explica a La Nube.

De igual modo, las lagunas Corani, Alalay y la Angostura, también en Cochabamba, se encuentran con un bajo nivel, indicaron productores, regantes y el gobernador Humberto Sánchez. En esta época en 2022, Corani estaba rebalsando, pero ahora sólo tiene un 30 % de su capacidad. Situación similar atraviesa la laguna Alalay que además desprende un olor fétido por los altos niveles de contaminación.

Empero, la situación más crítica es la de la Angostura, pues este embalse también cumple la función de dotar de agua para el riego de cultivos del valle alto del departamento. Según la última medición que hizo la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego N°1 la primera semana de febrero, la altura del agua es de 2,3 metros, siendo que el nivel máximo de capacidad es de 7,5 metros.

“Esperemos que en este mes aumente la intensidad de las lluvias, caso contrario nos estaríamos declarando en estado de emergencia”, afirma el representante de los asociados, Vladimir De la Barra.

Asimismo, el Cono Sur del departamento cochabambino también es afectado por la sequía. Esta zona ya sufrió las consecuencias de la falta de agua entre 2014 y 2016, generando la migración de cientos de productores a la ciudad y abandonando así sus cultivos. Ahora, los pocos que quedaron piden al gobernador que se bombardeen las nubes para generar lluvia.

La tierra agrietada por la sequía en Aiquile, municipio del Cono Sur de Cochabamba. Foto: Los Tiempos

En tanto, la primera autoridad del departamento, Humberto Sánchez, indicó que esta situación se va a analizar, pues se depende de una serie de factores climatológicos para lograr el objetivo. “Vamos a hablar con la Fuerza Aérea y el Gobierno para bombardear las nubes, pero no es así nomás, tiene que haber condiciones”, dijo Sánchez en conferencia de prensa el 6 de este mes.

Una situación similar atraviesa el lago Titicaca en La Paz. El nivel promedio de agua, en condiciones normales, es de 3.809 metros sobre el nivel del mar. No obstante, el reporte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) reportó 3.807 metros, es decir dos metros menos que antes, según Página Siete.

Esta situación afecta principalmente a los productores que riegan sus sembradíos con esa agua. Esas personas se encuentran preocupadas por la escasez de producción agrícola que pueda generar un incremento en el precio de los productos.

Al respecto, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, indicó la semana pasada que se tiene el reporte de casi 560 mil hectáreas afectadas por la sequía y unas 125 mil cabezas de ganado en todo el país. Por este motivo, se instruyó poner en marcha el Plan Plurinacional de atención a la sequía, el cual cuenta con 122 millones de bolivianos para apoyar a los damnificados.

Inundaciones

En la otra cara de la moneda están las inundaciones y heladas que se registran en la región oriental del país. Según datos brindados por la Gobernación de Santa Cruz, son más de siete mil familias que sufren por inundaciones. Municipios como Warnes, Yapacaní o Cuatro Cañadas reportan pérdidas en sus cultivos de soya, maíz y caña.

Plantaciones de soya bajo el agua en Warnes, Santa Cruz. Foto: ABI.

Los productores reclaman la tecnificación de los sembradíos. “Si el gobierno nos dejara implementar la tecnología en nuestros cultivos, podríamos proteger la producción de la sequía, granizada, inundación, de lo que sea, pero nunca nos escuchan”, manifestó un agricultor de Warnes a la Red Uno el pasado 9 de febrero.

Se trata de más de 43 mil hectáreas perdidas, lo que representa un saldo negativo de 40 millones de dólares, según la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). Asimismo, Potosí y Chuquisacaca han sufrido crecidas de ríos y hasta el cierre de esta edición una persona estaba desaparecida en Potosí a consecuencia de ello.

Sobre este tema, el Senamhi tiene vigente una alerta roja para la zona norte del departamento de La Paz por la crecida de cursos de agua en la cuenca del río Beni. De igual modo se tiene un aviso de alerta naranja para: La Paz, Cochabamba, Beni, Santa Cruz, Tarija, Potosí y Pando por incremento en los caudales de sus que pudieran provocar desbordes.

Las fuertes lluvias o ausencia de éstas es algo que llama la atención de especialistas y productores. La causa no es otra que el cambio climático, apuntan todos, y lo que piden los afectados es un paliativo a los daños actuales y futuros.

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